VIDEO: Acusan a marca de moda francesa de humillar a indígena de Oaxaca
Ciudad de México.- El vídeo de una sesión fotográfica para una marca de moda francesa ha provocado indignación generalizada y reacciones por parte del gobierno mexicano. En las grabaciones, aparecen extranjeros riendo mientras una anciana indígena levanta los brazos y se contonea al ritmo de una melodía pop de los años 60, al tiempo que […]
Ciudad de México.- El vídeo de una sesión fotográfica para una marca de moda francesa ha provocado indignación generalizada y reacciones por parte del gobierno mexicano.
En las grabaciones, aparecen extranjeros riendo mientras una anciana indígena levanta los brazos y se contonea al ritmo de una melodía pop de los años 60, al tiempo que un fotógrafo profesional comienza a tomar fotos.
La pólemica sobre la marca Sézane, fundada en París en 2013, es el último capítulo de un largo debate sobre la apropiación cultural y el racismo en la industria de la moda.
Grandes marcas han sido culpadas de ‘depredar’ las culturas originarias de México.
La polémica surgió después de que un equipo de Sézane realizara una sesión fotográfica con una anciana indígena de la comunidad zapoteca de Teotitlán del Valle, en el estado de Oaxaca, el 7 de enero. La mujer, Guillermina Gutiérrez, lleva un suéter verde de Sézane y está sentada sobre un fondo escenificado.
Una mujer del equipo francés se levanta y empieza a bailar con Gutiérrez la canción Those Were The Days, de Mary Hopkin, de 1968. La mujer se hace a un lado y anima a Gutiérrez a seguir moviéndose, provocando sonrisas, carcajadas y palabras de ánimo.
No obstante, un residente de Oaxaca que había sido contratado por Sézane para ayudar en sus rodajes grabó un vídeo de la escena.
La empresa llegó a México a principios de enero con un equipo de unas 20 personas, entre modelos, fotógrafos y videógrafos, dijo Kandy Mijangos, otro oaxaqueño contratado para trabajar con el equipo.
La sesión fotográfica en Teotitlán, famoso por sus tejidos, tuvo lugar a los tres días de un rodaje previsto de nueve días en varias regiones del estado, según un “mood board” que la empresa elaboró y que resume su visión de la campaña publicitaria. En el tablero aparecen modelos comiendo mangos en la calle, descansando en hoteles de lujo y posando delante de caléndulas.
Sin embargo, Mijangos recibió el video y a su vez lo compartió con Manuela Cortés, artista textil y comisaria de arte. Cortés publicó el vídeo en su cuenta de Instagram con el siguiente comentario: “Culturas indígenas tratadas como una vitrina de la que elegir. Sin respeto. Sin moral”.
El vídeo no tardó en acumular miles de visitas y comentarios de enfado dirigidos a la empresa, que anuncia “calidad de lujo a un precio justo y accesible” y promete “compromiso con la comunidad.” La mayoría de sus prendas se venden entre 100 y 300 dólares.
El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) dijo que las acciones de Sézane refuerzan los “estereotipos racistas” y pidió a las marcas y empresas privadas que “dejen de explotar a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas como capital cultural”.
Añadió que los pueblos originarios y sus habitantes no son objetos para vender ropa, sino ciudadanos “poseedores de un vasto patrimonio cultural y conocimientos tradicionales”.
El organismo dijo que estaría en contacto con Gutiérrez y su familia, así como con las autoridades de Teotitlán del Valle, para iniciar un procedimiento legal.