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Viajan a la Brecha de Guerrero para investigar riesgo de terremoto

Acapulco, Gro., 27 de marzo de 2022.- Una de las zonas más investigadas por los sismólogos, es la Brecha de Guerrero, una de las franjas en la corteza terrestre de la que muchos movimientos telúricos podrían tener su origen. Un equipo de nueve científicos que estudia la temida zona, zarpó el pasado sábado a bordo […]

Carlos Ortiz
marzo 28, 2022 6:36 am
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Acapulco, Gro., 27 de marzo de 2022.- Una de las zonas más investigadas por los sismólogos, es la Brecha de Guerrero, una de las franjas en la corteza terrestre de la que muchos movimientos telúricos podrían tener su origen.

Un equipo de nueve científicos que estudia la temida zona, zarpó el pasado sábado a bordo del buque oceanográfico El Puma, para indagar cuán alto es el riesgo de que verdaderamente se produzca un gran terremoto.

Entre la tripulación (como si se tratara de una novela de ficción) incluye a un reportero de la agencia EFE y a ocho científicos de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM) y uno de la Universidad de Kioto, liderados por los sismólogos Víctor Manuel Cruz Atienza y Yoshihiro Ito.

La tripulación tuvo que permanecer aislada y superar con todas las pruebas de COVID-19 para evitar entorpecer las investigaciones y que un contagio pudiera poner en riesgo todo el trabajo.

Aunque no van necesariamente a comenzar un trabajo, los investigadores recogerán los sismógrafos que han medido la actividad sísmica en la zona y que además debieron ser recuperados en el 2020, pero por la pandemia este trabajo fue retrasado.

La actual actividad sísmica de la Brecha de Guerrero y los más de 120 años transcurridos sin un terremoto de consideración en esta área de 160 kilómetros de longitud mantiene en estado de alerta a los especialistas.

El proyecto del equipo de científicos mexicano-japonés comenzó hace seis años para estudiar la intensa actividad en la Brecha de Guerrero.

Tan sólo la semana del 18 al 22 de marzo, fueron perceptibles dos sismos de magnitud 4.8 y 4, respectivamente y su epicentro fue en la Brecha de Guerrero… lo que señala su importancia para los sismólogos.

Los científicos aprovecharon la estancia en el puerto de Mazatlán para estudiar los últimos movimientos telúricos y averiguar las posibilidades de que ocurran sismos de alta magnitud como el último de categoría 7 ocurrido el 7 de septiembre de 2021 en la Brecha de Guerrero.

Investigaciones previas

En 1962 sucedió un fenómeno parecido. Las medidas recogidas indican que un sismo igual o de mayor magnitud que el de septiembre pasado puede suceder, aunque no sea algo categórico, explicó al reportero de la agencia EFE Víctor Manuel Cruz Atienza, geofísico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Por su parte, la doctora en sismología Sara Franco, miembro de la expedición, dijo que desde 1997 cuando se instaló la estación de Cayaco en Guerrero, con la que se observa continuamente y analiza la deformación de la corteza de terrestre asociada a los temblores, se registra la existencia de los llamados sismos lentos.

https://anews.mx/2021/09/26/epicentro-de-sismo-nuevamente-frente-a-caleta-temblor-smn-acapulco/

“Este tipo de sismos provocan una transmisión de la energía acumulada hacia los límites de la Brecha”, lo que explicaría porqué es en la periferia donde se dan los mega terremotos y no en el mismo centro de la Brecha.

Sismos lentos

Los científicos explican también que los sismos lentos, tienen mayor consecuencia en los alrededores que en la misma zona del epicentro, justamente por ello deben averiguar las consecuencias si esto supone la liberación de energía o el prolegómeno de un gran terremoto.

El análisis de los datos de los sismómetros instalados en noviembre de 2019, la última vez que este grupo de científicos navegaron juntos a las aguas del estado mexicano de Guerrero, es crucial para intentar comprender cuál de las dos posibilidades resulta la más plausible.

La expedición tiene previsto zarpar el sábado desde el puerto de Mazatlán para navegar 1,400 millas náuticas hasta llegar a la zona marina rumbo a la Brecha de Guerrero, en busca de los siete sismómetros que servirán para averiguar la actividad sísmica en esta zona que une las placas de Cocos y Norte América.

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