Por Jacko Badillo

Con mucho gusto y entusiasmado por las amables invitaciones que me han hecho, he venido asistiendo los últimos días a encuentros muy gratos con diversas organizaciones de la sociedad civil, ante quienes con humildad, pero a la vez con firmeza, he podido exponer parte del trabajo legislativo que llevamos a cabo en el Congreso de Guerrero.

He de reconocer que de todas estas reuniones, invariablemente, he venido cosechando experiencias enriquecedoras, pues no hay nada mejor para los que tenemos la fortuna de estar en el servicio público que alimentarse de las opiniones y sugerencias de quienes tienen realmente el pulso de la problemática social, y de esta manera tomar las mejores decisiones.

Sin embargo, lo que más me ha llenado de satisfacción es poder constatar el afecto no solamente de aquellos con quienes en algún momento de mi vida hemos compartido experiencias, como mis grandes amigos del Grupo ACA y Coparmex Acapulco, sino también la simpatía y el respaldo de gremios como el Colegio de Abogados del Estado de Guerrero, de la Asociación de Hoteleros y Restauranteros del Acapulco Tradicional y de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, entre otros.

Y es que bien lo dijo alguien por ahí en uno de esos encuentros, mi pertenencia al sector empresarial y a la sociedad civil es algo que llevo tatuado en la piel, ya que si bien actualmente tengo la oportunidad de ser diputado gracias al voto de los ciudadanos, desde hace más de 18 años soy un orgulloso generador de empleo e ingreso a través de la empresa familiar que con mucho esfuerzo y sacrificio hemos podido sostener.

Estoy decidido a seguir escuchándolos a todos, a reunirme las veces que sean necesarias con asociaciones civiles, organizaciones sociales, colegios de profesionistas, empresarios, músicos, maestros, sindicatos, colonos, campesinos, transportistas, jóvenes y todos aquellos que además de interesarse en el trabajo legislativo y de gestión que diariamente realizamos, tengan algo que aportar para que quienes estamos de este lado, donde se toman las grandes decisiones, las podamos tomar en cuenta.

A mis amigos de Grupo ACA, Colegio de Abogados del Estado de Guerrero, Coparmex, AHRAT, MUDAyG, Canaco y a mis paisanos en general, les reafirmo mi compromiso de seguir trabajando de manera incansable por nuestro querido puerto.

Es cierto, llevo al sector empresarial tatuado en la piel, pero a Acapulco lo traigo siempre en lo más profundo del alma. Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!