Abuelita que vende cuentos en las calles publica su primer libro
Beatriz Leroy, una abuelita argentina, cumplió su sueño de ver sus historias plasmadas en un libro
Buenos Aires, 4 de julio de 2023.- Beatriz Leroy, una abuelita de 74 años de edad que solía vender sus cuentos en las calles de Rosario, Argentina, logró hacer realidad uno de sus mayores sueños: publicar un libro.
A lo largo de su vida, Beatriz escribía cuentos y poesías que surgían de manera natural, desde el corazón, sin importarle no tener un título profesional en Letras Hispánicas.
Desde los 15 años, plasmaba sus ideas en cualquier papel que tuviera a su alcance, incluso en boletos de lotería.
Sin embargo, nunca imaginó que sus historias tocarían el corazón de otras personas hasta que salió a difundir su obra en plena pandemia de Covid-19, cuando se quedó sin trabajo.
Con la ayuda de un amigo, fotocopió todos sus cuentos y creó “Los Cuentos de la Abuela Betty”, un libro rústico que vendía en las calles.
Fue en ese momento cuando Beatriz fue entrevistada por el canal de televisión argentino Rosario Tres. Mientras ofrecía sus obras a los automovilistas en los semáforos, su historia se volvió viral.
Debido a su edad y a la difícil situación de la pandemia, Beatriz ya no pudo seguir cuidando de enfermos como solía hacerlo. Por ello, vendía su compendio de cuentos en las calles por solo 150 pesos, aproximadamente un dólar.
Sin embargo, el movimiento cultural “Revuelta Literaria” se enteró de su historia y recaudó fondos para ayudar a Beatriz. Así, su primer libro, que ahora tenía una forma más adecuada, se hizo realidad.
“Me está sucediendo algo maravilloso, voy a hacer mi primera publicación. Para mí es algo emocionante haber podido presentar una parte de mis libros, porque tengo varios tomos más escritos”, declaró emocionada a Rosario Tres.
A lo largo de su vida, Beatriz trabajó en la industria textil y después se dedicó a cuidar enfermos, pero nunca abandonó su pasión por la escritura. Siempre escribía en cualquier papel que encontraba, plasmando lo que sentía en el momento.
“Cuando salía de trabajar por la mañana, no quería irme a dormir porque quería ver la vida. Así fue como escribí mi poesía y algunos cuentos”, concluyó Beatriz.