Chilpancingo, 6 de septiembre de 2023.- La Secretaría de Salud Guerrero (SSG) confirmó que una menor embarazada de 15 años ha sido trasladada de Tlacotepec a la capital para recibir atención médica especializada.

La joven presenta un embarazo de alto riesgo con 31 semanas de gestación y ha sido diagnosticada con pielonefritis bilateral.

El Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) de Guerrero gestionó el traslado con el apoyo de una unidad aeromóvil de la Secretaría de Seguridad Pública.

Este operativo responde a las instrucciones de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y de la secretaria de Salud, Aidé Ibarez Castro, para “garantizar atención médica oportuna a la población guerrerense.”

La menor fue llevada del Hospital Básico de Tlacotepec al Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense en Chilpancingo para recibir el tratamiento médico necesario.

Este caso subraya los esfuerzos del gobierno de Guerrero para asegurar atención médica especializada a poblaciones en situaciones de vulnerabilidad.

¿Por qué es peligroso el embarazo de alto riesgo en una menor de edad?

El embarazo de alto riesgo en una menor de edad es peligroso por varias razones:

Desarrollo físico incompleto: Las adolescentes aún están en proceso de crecimiento y desarrollo físico, lo que significa que sus cuerpos pueden no estar completamente preparados para el embarazo y el parto. Esto aumenta el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé.

Riesgo de parto prematuro: Las adolescentes tienen un mayor riesgo de dar a luz prematuramente, lo que puede resultar en problemas de salud graves para el bebé, ya que sus órganos y sistemas pueden no estar completamente desarrollados.

Riesgo de bajo peso al nacer: Los bebés nacidos de madres adolescentes tienen más probabilidades de tener un peso al nacer bajo, lo que puede llevar a problemas de salud a largo plazo, incluyendo dificultades respiratorias y problemas de desarrollo.

Complicaciones médicas: Las adolescentes embarazadas también tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones médicas durante el embarazo, como la preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo) y la diabetes gestacional, que pueden ser peligrosas tanto para la madre como para el bebé.

Menos acceso a atención prenatal: Las adolescentes pueden tener dificultades para acceder a la atención prenatal adecuada, ya sea por falta de recursos, falta de apoyo familiar o falta de conocimiento sobre el cuidado prenatal. Esto puede llevar a un seguimiento deficiente del embarazo y un mayor riesgo de complicaciones no detectadas.

Impacto en la educación y el futuro: El embarazo en la adolescencia puede interrumpir la educación de la joven madre y limitar sus oportunidades futuras, lo que puede tener un impacto duradero en su calidad de vida y la de su hijo.

Aspectos emocionales y sociales: Las adolescentes embarazadas también pueden enfrentar desafíos emocionales y sociales significativos, como el estigma social y la presión de pares, que pueden contribuir al estrés y la ansiedad durante el embarazo.

En resumen, el embarazo de alto riesgo en una menor de edad es peligroso por la combinación de factores físicos, médicos, sociales y emocionales que pueden aumentar las complicaciones tanto para la madre como para el bebé.

. Por esta razón, es importante apoyar a las adolescentes embarazadas y promover la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados en esta población