A 11 días de Otis no hay declaratoria de emergencia sanitaria en Acapulco

Francisca Santiaguez

Acapulco, Gro., 03 Nov.- A once días de la destrucción de Acapulco por el huracán Otis, categoría 5, considerado como el más “veloz y destructor” de la historia de México, la Secretaría de Salud federal, ni estatal han decretado de manera pública para el puerto una emergencia sanitaria, para que la población extreme las medidas.

En entrevista exclusiva con un medio de circulación nacional, el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela aseguró que las condiciones de Acapulco no requieren de una declaratoria de emergencia sanitaria, porque no se han registrado casos de cólera o muerte de ganado.

Aunque el funcionario reconoció que los casos de enfermedades gastrointestinales, respiratorias y cutáneas han aumentado durante la última semana en el puerto tras el impacto del huracán Otis.

Lo anterior pese a que Acapulco hace 26 años,vivió un fenómeno natural con afectaciones severos, el huracán Paulina, en el que tras las inundaciones y desborcamientos, la Secretaría de Salud decretó una emergencia sanitaria, con el cierre de rastros, restaurantes y el mercado central.

Según se recuerda, la emergencia sanitaria establecida por la Secretaría de Salud fue durante un mes, del 7 octubre a 9 de novientre de 1997, que permitió a las autoridades en la materia a garantizar la integridad de la población.

El recordario puede venir hoy a la memoria de los vecinos cercanos al Río El Camarón, uno de los más impactados por el huracán Paulina, lo mismo que los de la unidad habitacional Fovissste, una tragedia que a 26 años de la historia de Acapulco se repite.

Para los Acapulqueños, el impacto del huracán Otis no tiene comparación con Paulina, en cuanto a destrozos, hoy fue devastador, y requiere de la atención especial de las autoridades del ámbito federal, con atención directa a la población afectada.

Con Paulina, recuerdan la presencia permanente de las autoridades del ámbito federal, tanto en materia de la salud, como de desarrollo social y del propio presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León y del entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero.

Para evitar la propagación de las enfermedades con Paulina, de manera estricta, los comedores comunitarios y albergues estuvieron a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y junto con la Secretaría de Salud federal se atendió la emergencia sanitaria, que pese a las medidas dejó un saldo de 5 mil casos de dengue.