¿Los días en la Tierra durarán 25 horas? Sí… y no es en enero
A lo largo de los mil 500 millones de años de historia de la Tierra, la duración de un día ha fluctuado notablemente.
En un giro sorprendente para nuestra comprensión del tiempo terrestre, científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) han revelado que un día en la Tierra podría extenderse hasta 25 horas, desafiando la noción convencional de un ciclo diario de 24 horas.
Este hallazgo, publicado en Nature Geoscience, representa un avance significativo en la comprensión de la dinámica rotacional de nuestro planeta.
A lo largo de los mil 500 millones de años de historia terrestre, la duración de un día ha fluctuado notablemente. En el periodo Precámbrico, hace más de mil millones de años, los días eran breves, con una duración de 19 horas.
En la era de los dinosaurios, hace 66 millones de años, un día se extendía a 23 horas. Este estudio pionero ha utilizado una máquina innovadora llamada “láser de anillo“, perfeccionada por los científicos de TUM, para medir con una precisión sin precedentes la longitud de un día, revelando detalles antes inalcanzables sobre la rotación de la Tierra.
El láser de anillo emplea un sistema avanzado de láseres y espejos para capturar con precisión la velocidad de rotación de la Tierra. En el ecuador, donde la Tierra se desplaza a 15 grados por hora, el láser anular registra una frecuencia de 348,5 Hz.
Estas mediciones hiperprecisas revelan fluctuaciones diarias de solo entre 1 y 3 millonésimas de hercio, ofreciendo una nueva perspectiva sobre la estabilidad rotacional del planeta.
¿En qué fecha un día en la Tierra durará 25 horas?
Según las proyecciones, dentro de 200 millones de años, la duración del día terrestre podría extenderse a 25 horas. Sin embargo, queda por verse quién o qué estará presente para presenciar estas mediciones rotacionales futuras.
Este hallazgo despierta el interés científico y público, desafiando nuestras percepciones arraigadas sobre el tiempo y la rotación terrestre.
La máquina láser de anillo de la TUM ha allanado el camino para nuevas investigaciones que podrían revelar aún más secretos sobre la dinámica única de nuestro planeta en constante evolución.