¿Estrategia política o cambio? Qué es y en qué consiste la Reforma al Poder Judicial de AMLO

Seguuuuuramente a estas alturas de la vida, ya has escuchado en más de una ocasión sobre la polémica Reforma al Poder Judicial, ya sea por interés, porque te aparece en todos lados de tu computadora y en internet o simplemente por los bloqueos respecto a esta iniciativa.

Para empezar, ¿qué es el Poder Judicial?

Sí, antes de empezar con todo este asunto (sobre todo para las nuevas generaciones que no llevaron ninguna materia de Civismo) daremos un contexto breve sobre qué es el PJF.

Basicamente, este poder es uno de los 3 que llevan la batuta de México: Legislativo (Cámara de Diputados, Senado y congresos locales), Ejecutivo (la Presidencia) y el Judicial.

Ahora bien, el Poder Judicial está integrado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Tribunal Electoral, los tribunales de Circuito, los juzgados de circuito y el Consejo de la Judicatura Federal.

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Sí ajá bla bla bla de todos pero ¿qué es?

La reforma al Poder Judicial que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha generado un revuelo considerable, y no es para menos. Entre los cambios más destacados está la propuesta de que los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean elegidos por voto popular, una idea que ha sacudido el panorama político y judicial del país.

Desde hace tiempo, AMLO ha buscado reformar el Poder Judicial de la Federación (PJF), especialmente por los amparos concedidos y “trabas” que han representado para su administración.

El camino a la reforma

Si bien la reforma judicial es para muchos una “venganza” ahora que cuentan con la mayoría, no es la primera vez que esta administración intenta reducir el alcance del PJF.

Una de las primeras acciones fue la eliminación de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial, con la finalidad de “ahorrar recursos” y aplicar la política de “austeridad republicana“. Esta medida provocó protestas del personal judicial y tensó aún más la relación entre el Ejecutivo y la ministra presidenta, Norma Piña.

Sin embargo, no fue hasta el 5 de febrero de 2024, AMLO presentó formalmente su iniciativa de reforma, que incluye modificaciones a varios artículos de la Constitución Mexicana. Y para que leas más simple, van en forma de lista:

¿Qué dice la Reforma de AMLO?

Esta reforma busca cambiar los artículos 17, 20, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 105, 107, 110, 111, 116, 122 de la Constitución Mexicana. Son un montón, ¿no? A grandes rasgos la iniciativa va por:

a través de GIFER

• Reducir el número de ministros y ministras de la SCJN, de 11 a 9.
• Reducir el tiempo en que estarán en su cargo, de 15 a 12.
• Desaparecer la pensión vitalicia —o sea, de por vida— de ministros y ministras.
• Ningún ministro ni ninguna ministra o personal del Poder Judicial podrá ganar más dinero que la presidenta.
• Elegir a los ministros y las ministras de la SCJN, magistrados del Tribunal Electoral, jueces de Distrito y magistrados de Circuito mediante el voto popular. Es decir, en elecciones.
• Sustituir el Consejo de la Judicatura Federal —que es el encargado de vigilar y administrar la chamba de los jueces pero no de los magistrados y ministros— por el Tribunal de Disciplina Judicial y el Órgano de Administración Judicial.
• Sus jefes o jefas llegarán a este Tribunal y Órgano vía elecciones en el primero y por los nombramientos del Senado, la SCJN y la Presidencia en el segundo.
• Tanto el Tribunal como el Órgano de Administración podrán juzgar a tooooodo el Poder Judicial desde jueces hasta ministros y magistrados.
• Desaparecer las dos salas de la SCJN —encargadas de revisar cada una en su expertise asuntos civiles, penales, administrativos y laborales— para que todo se resuelva en el Pleno de la Suprema Corte.
• Eliminar los efectos generales de una resolución desde la Suprema Corte. Es decir, ponerle candados.
• Cualquier persona podrá denunciar a cualquier trabajador o trabajadora del Poder Judicial, incluyendo ministros y ministras.
• Y este último punto está relacionado con la incorporación de la figura de los jueces sin rostro. Es decir, que en los casos relacionados con narcotráfico, crimen organizado o terrorismo los jueces o las juezas podrían trabajar en el anonimato.

¿Los peros?

Sin embargo, esta reforma también ha generado muchas dudas y críticas. Especialistas del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) han señalado que la iniciativa olvida áreas cruciales como las fiscalías.

De acuerdo con el organismo, esta iniciativa sólo omite la impunidad con la que operan muchas Fiscalías del país y que podría abrir la puerta a una mayor intervención del Ejecutivo y el Legislativo en el Poder Judicial.

Además, la inclusión de “jueces sin rostro” en casos de narcotráfico y crimen organizado ha encendido alarmas, pues en otros países esta figura ha sido criticada por violar el derecho al debido proceso.

La discusión de esta reforma promete ser intensa en el Congreso, y su aprobación podría marcar un antes y un después en la historia judicial de México.

¿Será este el cambio que necesita el país o solo una estrategia política más? Si quieren echarle un buen ojo a esta iniciativa a detalle, por aquí les dejamos el enlace, sólo denle clic al Anexo 15.