Opinión

Se inundará otra vez la zona Diamante, a menos que…

Han sido permisivos, esos regidores, con quienes han construido casas, restaurantes, fraccionamientos, encima de los cauces naturales por donde escurre el agua de lluvia a la mar

Se inundará otra vez la zona Diamante, a menos que…
Adriana Olea
octubre 16, 2024 5:15 pm

Por: Ángel Mata Mata

Hubo un tiempo en que, por las noches, los cerros de Acapulco parecían arbolito de Navidad. Miles de foquitos amarillos titilaban y competían con la luz de luna.

Cuando llovía, los foquitos refractaban su luz con las gotas de agua que también rebotaban en miles de techos de cartón. Parecían aplausos que bailaban al ritmo de la lluvia. Tristes aplausos mojados a iluminados por centellas amarillas.

Por ese tiempo, vivió alguien a quien le gustaban las lucecitas y la lluvia por la noche. Pero no le gustaba el amanecer, cuando la realidad despertaba con negras casas de cartón sin sus nocturnas lucecitas allá arriba, en los cerros.

Alguien ordenó quitar las casas de cartón, inquilinos incluidos, a pesar de los foquitos nocturnos.

¿EMBELLECER AUN MAYORMENTE A LA BAHÍA DE ACAPULCO?

Hubo, por ese tiempo, una bahía hermosa que no necesitó maquillaje para presumir al mundo ser la Perla del Pacífico.

A mitad de la bahía, aunque a escasos metros de la playa, se levantaba un islote selvático a donde llegaban miles de aves de quién sabe dónde.

Cantaban entre el follaje de la mini selva acompañadas por compases que dejan las olas de la mar.

Los nativos le llamaron El Morro, porque decían que era el hijo chiquito de la Isla de La Roqueta. Era su morrito, pues.

Los que saben algo de la historia de Acapulco saben que se trata de un farallón, al que llamaron Del Obispo, porque ahí sucedieron hechos militares e históricos protagonizados por un obispo apellidado Olaguibel.

EL PRINCIPIO DEL FIN DEL PARAISO

Por aquellos tiempos, según quienes aquí venían, el paraíso sí existía en la tierra y se hallaba en un punto geométrico llamado Acapulco.

Alguien, por aquellos tiempos, tuvo la ocurrencia de dar mayor belleza a la bahía. Ordenó que el Fideicomiso Acapulco montase una gigante bomba de agua en la punta mayormente alta del Farallón del Obispo.

La gigante máquina succionó el agua de mar que saltó a casi cincuenta metros, por las alturas, y cayó encima del farallón, de su flora y de sus pájaros.

En poco tiempo lo que fue una mini selva se convirtió en un pedazo de rocas áridas. Víctimas de una maravillosa idea, proveniente de la ignorancia ambiental, se fueron plantas, árboles, insectos y pájaros.

A casi cuarenta años el Farallón del Obispo apenas atisba pequeñas plantes que fueron sembradas ahí por Héctor Zurita Brito, quien fue pionero de una profesión que, en aquellos días, se consideraba, lo menos, exótica.

Esa misma idea apagó los foquitos nocturnos en que se convertían en casas de cartón en el día. El anfiteatro se vació. Quienes ahí vivían fueron reubicados a la zona donde, el Fideicomiso Acapulco, en 1980, decidió que la zona de crecimiento habitacional del puerto sería hacia las zonas del Valle de La Sabana, Cayaco y Granjas del Marqués.

Sin preguntar a los ecólogos. Sin hacer estudios de impacto ambiental. Nomás porque la zona era plana y parecía que se podrían construir miles de casas para los ´precaristas que vivían en las casas de cartón.

Lo hicieron. En 1980 modificaron el uso de suelo para hacer legal que el crecimiento habitacional de Acapulco se asentara en una zona históricamente de uso agrícola, e inundable.

LA ZONA DE HUMEDALES

Primer Plan Director Urbano de Acapulco editado en de 1980.
La zona de humedales de Acapulco, conocida como Zona Diamante, ha sido ajada por malas decisiones que históricamente la han condenado a convertirse, legalmente, en una zona de alta densidad habitacional, aunque, históricamente, eso ha sido un pantano.

Desde 1980 los gobiernos estatal y municipales han regulado el crecimiento en la zona, modificando el uso habitaci0onal, turístico, ecológico, área verde, de alta, media y baja densidad habitacional, según criterios de los regidores que han integrado los respectivos cabildos desde el año 1980.

En todas las modificaciones, salvo una, se atendieron recomendaciones que afectasen el entorno ambiental.

Todos los fraccionamientos levantados en la zona, y vendidos a precios de interés social, cumplieron con la ley autorizada por los gobiernos municipales, salvo un infame caso que, mediante un acuerdo de cabildo, autorizó la construcción de un fraccionamiento de interés social en el delta del Río de La Sabana.

Es decir, a mitad del cauce de caudaloso río.

— ¡No, pues!

ESTUDIOS LEVANTADOS

Los llamados de ambientalistas para evitar que se destruyan los humedales en la zona, para dar paso a la construcción de miles de casas, no han sido escuchados. Al menos así se evidencia en estudios aplicados a la zona.

Los estudios pagados por la Promotora Turística, PROTUR, y los elaborados por socios del Colegio de Arquitectos de Acapulco no han impactado en el ánimo de regidores municipales quienes, con su manita alzada e ignorancia supina, han aprobado licencias de construcción en las zonas que, como lo hemos visto en los últimos años, se inundan a cada temporada de lluvias.

Han sido permisivos, esos regidores, con quienes han construido casas, restaurantes, fraccionamientos, encima de los cauces naturales por donde escurre el agua de lluvia a la mar, cuando llueve intensamente.

Los negocios han pesado, mayormente, en el ánimo de los gobiernos que, desde 1980 no han admitido que esa zona es de alto riesgo de inundaciones y que los humedales amortiguan la llegada de fenómenos tropicales.

NI A LOS DIPUTADOS LOCALES HAN PRESTADO ATENCIÓN.

Con información ofrecida por el arquitecto Humberto Díaz, durante un foro ofrecido por el Colegio de Arquitectos de Acapulco, se sabe que el 15 de octubre del 2013, los diputados locales de Guerrero publicaron, en el Diario Oficial del Gobierno de Guerrero, un exhorto a los tres niveles de gobierno para que implementen acciones para evitar inundaciones.

En la recomendación, los diputados piden a los tres niveles de gobierno ejecutar planes de inversión de infraestructura hidráulica preventiva para el sector Diamante, el Sector del Valle de La Sabana, Llano Largo, así como las zonas de asentamientos humanos en las inmediaciones del Río de La Sabana y zona de humedales de la Laguna de Tres Palos, en el municipio de Acapulco.

La finalidad, dice el exhorto, es para prevenir futuras inundaciones, y conforme a lo establecido en la ley de aguas para el estado Libre y Soberano de Guerrero.

— Los batearon. El exhorto de los diputados fue como las llamadas a misa. No les hicieron caso.

¿A QUE INSTANCIA TOCA ELABORAR LOS PROGRAMAS DE DESARROLLO URBANO?

Plan Director Urbano de 1980
El arquitecto Díaz relata que desde 1979 el gobierno del estado de Guerrero ordenó la elaboración del programa de consolidación, impulso y regulación del desarrollo urbano de los centros de población en la entidad, cuyos objetivos fueron elaborar los planes de desarrollo urbano para los centros de población prioritarios de la entidad, definidos en el plan estatal de desarrollo urbano.

Los objetivos de dicho programa fueron la planeación de los asentamientos humanos; revisar permanentemente el plan estatal de desarrollo urbano, evaluar su aplicación y establecer su registro de acuerdo a la ley general de asentamientos humanos y a la ley estatal de desarrollo urbano.

También le ordenó realizar los planes municipales de desarrollo urbano y los directores de los centros de población prioritarios, cuyas metas, a corto plazo, fueron elaborar los planes municipales de desarrollo urbano de Acapulco, Iguala, Chilpancingo, Pungarabato, José Azueta, La Unión, Coahuayutla y Taxco.

1980, NACE LA PLANEACION URBANA EN GUERRERO

A partir de estas decisiones, se lee en un trabajo elaborado por el arquitecto Díaz, el seis de febrero de 1980, el gobernador, Rubén Figueroa Figueroa, ordena publicar el plan director urbano de Acapulco, aprobado mediante acuerdo de fecha 6 de febrero de 1980 y publicado en el periódico oficial del estado n° 6, del 6 de febrero del mismo año.

Desde esa fecha se estableció el uso del suelo de la mancha urbana de Acapulco, en el anfiteatro, y sus áreas de crecimiento, hacia la zona de Cayaco, Llano Largo y Granjas del Marqués.

En ambos casos se les asignó el uso de suelo habitacional y turístico. Al canal meándrico, por la región de Puerto Marqués, se le asignó el uso de suelo turístico fluvial.

RATIFICADO EN 1982

En el año 1982, con Alejandro Cervantes Delgado como gobernador, el gobierno del estado y el ayuntamiento municipal de Acapulco ratifican que el uso del suelo de la mancha Urbana, el anfiteatro, y sus áreas de crecimiento se darán hacia la zona de Cayaco, Llano Largo, La Zanja, La Poza y Granjas del Marqués.

En ese año se definió que el uso de suelo en esas regiones será habitacional turístico. Al canal meándrico se le asignó el uso de suelo turístico restringido.

PRIMERA ACTUALIZACIÓN EN 1988

Plan director urbano de 1988. Elaborado por Fideicomiso Acapulco y avalado por el cabildo municipal
La primera actualización del plan director urbano de Acapulco, mediante acuerdo de cabildo, se llevó a cabo el 3 de mayo de 1988 y publicado en el periódico oficial del estado n° 94, del 11 de noviembre del mismo año.

El gobernador, en aquella fecha, fue José Francisco Ruiz Massieu y el presidente municipal fue Israel Soberanis Nogueda.

Dicha actualización definió las áreas de crecimiento poblacional en la zona de Cayaco y Llano Largo y se ratificó el uso de suelo habitacional, y se eliminó el concepto turístico.

Para La Poza y La Zanja se modificó el uso de suelo de habitacional a habitacional turístico.

En Granjas del Marqués se modificó el uso del suelo de habitacional a turístico con alojamiento. Al canal meándrico se le asignó el uso de suelo

turístico habitacional con protección ecológica.

EN 1992 CON LA SEGUNDA ACTUALIZACION, LLEGÓ LA ALTA DENSIDAD POBLACIONAL


Plan director urbano de 1992 aprobado en 1994 por el cabildo municipal
El plan director urbano de Acapulco fue actualizado y aprobado mediante acuerdo de cabildo el 21 de enero de 1994 y se publicó en el periódico oficial del estado n° 15, del 22 de febrero del mismo año.

El gobernador de Guerrero fue, en esa fecha, Rubén Figueroa Alcocer y el presidente municipal fue Rogelio de la O Almazán.

Con esa actualización se modificó el uso de suelo de habitacional a habitacional de alta densidad en la zona de El Cayaco y Llano Largo.

En La Poza y La Zanja se modificó el uso del suelo de habitacional a habitacional de alta densidad. En Granjas del Marqués se modificó el uso del suelo de habitacional a habitacional de muy alta densidad con corredor turístico en el bulevar de Las Naciones.

Al canal meándrico se le modificó el uso de suelo de turístico habitacional con protección ecológica a turístico habitacional de baja densidad.

Fue, a partir de ese tiempo, cuando, de manera legal, empresas constructoras comenzaron a construir y vender miles de casas en la región.

CUANDO LLEGÓ EL HURACÁN PAULINA EN 1997

A raíz de los daños que dejó el Huracán Paulina en 1997, los gobiernos convocaron a todos los actores que inciden en el modelado de la ciudad para establecer las bases del nuevo acuerdo social que comprometiera y fomentara la participación ciudadana, creando el Comité de Desarrollo Urbano de Acapulco, se lee en el trabajo del arquitecto Humberto Díaz.

Se analizaron los usos del suelo, vialidad, transporte, medio ambiente, protección civil, legislación urbana, entre otros.

Con recursos del fideicomiso 1981 que se creó para la reconstrucción de Acapulco, se pagaron los estudios técnicos que produjeron los insumos necesarios para la actualización del plan y la elaboración del mismo.

A finales de 1998 se obtuvo el documento final elaborado por los tres

niveles de gobierno y sociedad civil para proceder a su aprobación y publicación, quedando pendientes la elaboración del reglamento de operación del plan y sus normas complementarias

El plan de ordenamiento ecológico territorial (poet) quedó pendiente de aprobación al extinguirse el fideicomiso 1981.

La Comisión Nacional del Agua realizó únicamente la delimitación de cuencas hidráulicas del anfiteatro y dejó pendientes la zona de Cayaco, Llano Largo, Rio de la Sabana y canal meándrico.

En estas fechas, el presidente de México, y quien tuvo que ver con esta convocatoria, fue Ernesto Zedillo; el gobernador fue Ángel Aguirre y el presidente municipal fue Manuel Añorve Baños, luego que Juan Salgado Tenorio fue defenestrado.

SE REDUCE LA DENSIDAD DE POBLACIÓN EN LA ZONA

En ese año de 1998, se lleva a cabo la tercera actualización del plan director urbano de Acapulco. Fue actualizado y aprobado mediante acuerdo de cabildo de fecha 20 de enero de 1999 y publicado en el periódico oficial del estado n° 97 del 26 de noviembre del mismo año.

Para las zonas de Cayaco y Llano largo se ratificó el uso de suelo habitacional y se redujo su densidad.

En La Poza y La Zanja se modifica el uso del suelo de habitacional a turístico de baja densidad.

En Granjas del Marqués se modificó el uso del suelo de habitacional a turístico de baja densidad y habitacional mixto.

Al canal meándrico se le modificó el uso de suelo de turístico habitacional con protección ecológica a área verde y aprovechamiento agrícola.

Al lado oriente del rio de La Sabana se le modificó el uso de suelo

habitacional y se le asignó el uso de aprovechamiento agrícola.

El gobernador, en ese tiempo, fue Ángel Aguirre y el presidente municipal fue Manuel Añorve Baños.

LA VERSIÓN 2001

Todo cambió unos años después.

La versión 2001 del plan director 1998 fue aprobada en el cabildo municipal en enero de 1999, sin el reglamento de operación y sin las normas complementarias.

El municipio solo contrató en el año 2000, siendo presidente municipal Zeferino Torreblanca Galindo, la elaboración del reglamento de

Operación y las normas complementarias.

El reglamento se aprobó en cabildo del 17 de julio del 2001 y las normas complementarias en cabildo del 7 de agosto del 2001, publicados en la

Gaceta municipal año II; volumen 12, del mes de agosto del mismo año

En cuya portada expresa el año de aprobación del plan (1998) y

El año de aprobación del reglamento y las normas (2001).

CONTENIDO DEL PLAN DIRECTOR 1998

En el Plan Director de 1998 se con templaron las políticas que, de acuerdo con la Ley General de Asentamientos Humanos y la Ley 211 de Desarrollo Urbano del Estado, corresponden a la zona. Por primera vez se introduce el concepto ecología y la palabra humedales y manglares aparece en un documento oficial relacionado con el uso de suelo de aquella zona.

Se propuso, entre otras cosas, las siguientes:

Políticas de Conservación

La inducción de acciones tendientes a mantener los valores históricos y culturales y el equilibrio ecológico, así como el buen estado de la vivienda, la infraestructura, el equipamiento y los servicios urbanos.

Políticas de Mejoramiento y Consolidación

La inducción de acciones tendientes a reordenar, renovar o afianzar las zonas en proceso de desarrollo o con deterioro físico o funcional.

Políticas de Crecimiento

La inducción de acciones tendientes a ordenar y regular la expansión física.

Conservación

Las zonas agrícolas situadas en la margen oriente del Río de La Sabana.

Los terrenos correspondientes al Parque Nacional El Veladero.

Los cuerpos lagunares de Tres Palos, Coyuca y Laguna Negra, así como de sus correspondientes zonas de mangle, incluida la isla de La Roqueta

Crecimiento

La adquisición de suelo para reserva territorial en la zona norte del sector Valle de la Sabana, en los terrenos de la margen poniente del Río de La Sabana en el tramo Cayaco – La Zanja y en el sector Pie de La Cuesta en la parte norte de Pedregoso.

La previsión de suelo para equipamiento urbano básico y medio en los sectores Pie de la Cuesta y Valle de la Sabana.

Orientar los desarrollos turísticos y ecoturísticos, de acuerdo con los lineamientos señalados en el ordenamiento ecológico para cada zona y considerando su posible impacto en las zonas populares colindantes.

UNA INFAMIA; EL CASO CAMPESTRE DE LA LAGUNA

Todos esos lineamientos fueron violados por la siguiente administración municipal. Nadie sabe las causas o razones por las cuales el cabildo autorizó la construcción de un fraccionamiento como Campestre de la Laguna.

Por acuerdo de cabildo del 12 de agosto del año 2003, siendo presidente municipal Alberto López Rosas, fue aprobado el cambio uso de suelo para la construcción del fraccionamiento Campestre de la Laguna.

En un instante, y con el voto unánime del alcalde, síndicos y regidores, el uso de suelo en una micro región pasó de aprovechamiento agrícola a habitacional y habitacional mixto.

Los regidores aprobaron el acuerdo a pesar de no contar con opinión favorable del consejo de urbanismo a que el terreno donde se construyó se ubica en zona federal, en el delta del rio de La Sabana; contradecir las políticas de conservación y de crecimiento del plan director urbano.

El fraccionamiento, construido en el delta del Río de La Sabana, con créditos otorgados por FOVISSSTE a maestros de Acapulco, fue clausurado posteriormente.

FOVISSSTE devolvió los créditos a los maestros. Posteriormente, líderes de precaristas invadieron las casas y hoy, a pesar de inundaciones anuales, quienes ocupan ilegalmente esas viviendas exigen servicios públicos.

LOS CAUCES NATURALES DE RIOS Y ARROYOS HAN SIDO INVADIDOS

En el año 2015, la Promotora Turística, PROTUR, ordenó la elaboración del trabajo llamado Análisis de la situación en la Microcuenca de la “Laguna Negra, Acapulco: zona de vegetación natural, de inundación y desarrollo habitacional”.

El director de aquella dependencia fue el prestigiado abogado Miguel García Maldonado quien, a la fecha, se muestra preocupado por las recurrentes inundaciones en la zona y la indolencia de las autoridades que se niegan a escuchar los llamados para recomponer la situación.

Junto con el arquitecto Francisco Javier Cabrera, Don Miguel ofreció la revisión de este trabajo para hacerlo público y tratar de concientizar, sobre todo, al cabildo de Acapulco, sobre los riesgos de futuras inundaciones.

La zona hacia donde se dirige el desarrollo urbano de Acapulco se ubica en terrenos que los nativos de Acapulco conocieron como pantanos, humedales y zona de manglares donde no era posible construir pues cada año se inunda.

En el trabajo ordenado por PROTUR se definen algunas causas por las que la zona es extremadamente inundable.

LOS RÍOS Y LAGUNAS TAPONADOS

La zona inundable de aquella región se ubica, según el estudio, a diez metros sobre el nivel del mar. Confluyen el Río de La Sabana, el Río Colacho y los escurrimientos provenientes del Parque Nacional El Veladero.

El Río de La Sabana y los escurrimientos de El Veladero, derraman sus excedentes, en temporada de lluvias, al Río Colacho, que desemboca en la Laguna Negra de Puerto Marqués.

Desde el puente de La Frontera, a una altura de 24 metros sobre el nivel del mar, hasta la desembocadura a la Laguna de Tres Palos, el Río de La Sabana recorre 15.33 kilómetros con una pendiente de apenas uno por ciento.

Por eso es que la gran cantidad de agua, como sucedió con el huracán John, tarde entre cuatro a cinco horas para comenzar a desfogar a la Laguna Negra de Puerto Marqués, a la Laguna de Tres Palos y al Océano Pacífico.

Por ello es vital que cada año el municipio ordene limpiar todos los cauces antes de la temporada de lluvias.

Según el estudio proporcionado por Miguel García Maldonado y Francisco Javier Cabrera, son casi treinta canales naturales de escurrimiento, desde el Parque Nacional El Veladero, hasta su desfogue al Río Colacho.

Todas las salidas a esos escurrimientos, se dice en otros estudios, han sido taponados por fraccionamientos y construcciones levantadas por invasores de tierra.

El Río de La Sabana, que sería encauzado por la administración municipal encabezada por Adela Román Ocampo, con una inversión aproximada a los cien millones de pesos, ni ha sido saneado ni encauzado. Pocos saben dónde quedó aquella inversión por la que la actual presidente municipal, Abelina López Rodríguez, amenazó con una demanda penal. Quedó en eso: amenaza.

El Río Colacho, de mayor importancia en el desfogue del agua en esa zona, ha sido reducido y modificado su cauce por constructoras que adolecen de ética.

Por la escasa pendiente, de apenas uno por ciento; los taponamientos a los escurrimientos naturales desde el Parque El Veladero; la modificación y reducción del cauce el Río Colacho; el taponamiento en la desembocadura de la Laguna Negra, donde han sido construidos edificios y restaurantes en su desembocadura, es que las inundaciones seguirán cada año.

¿QUÉ SE PUEDE HACER?

Para el arquitecto Rafael Trani sí hay solución al problema de las inundaciones en aquella zona, definida como la del crecimiento urbano de Acapulco: la construcción de un gran parque que contemple, entre otras cosas, lo siguiente:

El Río de La Sabana debe ser encauzado y construir vialidades a ambos lados de su cauce. Lo que propone Trani es algo así como hicieron con el Río Huacapa en Chilpancingo.

Lo mismo puede hacerse en la zona de las colonias Zapata y Ciudad renacimiento, en donde los canales pluviales han sido taponados o destruidos.

Destapar y encauzar todos los canales de escurrimiento natural que existen en el Parque El Veladero hacia la zona habitacional.

Sanear y encauzar el Río Colacho, lo mismo que la Laguna Negra de Puerto marqués.

— ¿Debe haber desalojo a quienes han invadido esos cauces? preguntamos.

— “Hay que desalojar a todos los que han invadido los cauces”, ha respondido.

Otra propuesta es del abogado, Miguel García Maldonado. Para él es necesario copiar la legislación del Estado de México, donde crearon un organismo autónomo que revisa la entrega de licencias de construcción en áreas restringidas. “Deben ser canceladas las licencias autorizadas por el cabildo, sin que los regidores sepan exactamente lo que han autorizado”, dice el abogado.

La semana pasada, en el pleno del Congreso Local, el diputado Joaquín Badillo urgió a crear infraestructura que evite las inundaciones, en la zona.

Mientras que, éste martes, la diputada, Araceli Ocampo Manzanares, hizo un llamado para detener, de inmediato, la destrucción de humedales y manglares en la zona.

Ya se verá si les hacen caso o los batean, como se hizo con el exhorto del Congreso Local del año 2013.

LA INVERSIÓN

Recientemente, el gobierno municipal informó que se requieren alrededor de cincuenta mil millones de pesos para componer la infraestructura hídrica dañada por el huracán John.

No han dicho quiénes manejarán esos recursos. Tampoco han dicho si será integrada la sociedad civil en esa toma de decisiones.

No han informado si atenderán las recomendaciones de arquitectos, ecólogos, ambientalistas, oceanógrafos, abogados o diputados locales que se han manifestado al respecto.

LA SOMBRA DE OTIS

El próximo 24 de octubre se cumple un año de la aparición del huracán Otis y su destrucción en todo Acapulco. Hace un mes el huracán John inundó la zona de crecimiento habitacional de Acapulco.

Ante ello el oceanógrafo, Efrén García Villalvazo, ha llamado a un foro de conciencias justo el 24 de octubre, aniversario del destructivo huracán Otis.

Efrén no pierde la esperanza de que las autoridades les escuchen.

«