Insólito: Hombre “revive” mientras preparaban su cuerpo para donación de órganos

Kentucky, 26 de octubre del 2024.- Un insólito incidente se produjo en el Hospital Baptist Health Richmond, en Kentucky, Estados Unidos, cuando Anthony Thomas “TJ” Hoover II, de 36 años, fue declarado muerto por muerte cerebral tras sufrir una sobredosis de drogas.

Horas después, mientras los médicos se preparaban para la extracción de sus órganos, el hombre mostró signos de vida, lo que generó caos en el quirófano.

El suceso ocurrió en octubre, cuando Hoover fue trasladado al hospital debido a una sobredosis. Su hermana, Donna Rhorer, fue informada de que Anthony no presentaba reflejos ni actividad cerebral, lo que justificaba la decisión de desconectarlo. Debido a que él estaba registrado como donante de órganos, los médicos iniciaron el proceso de preparación para evaluar la viabilidad de los órganos y se decidió realizar un cateterismo.

Sin embargo, Rhorer notó que algo no estaba bien. Durante su traslado fuera de la Unidad de Cuidados Intensivos, ella observó que los ojos de su hermano se abrían y seguían los movimientos. Al expresar su preocupación a los médicos, le respondieron que se trataba de reflejos normales. “Nos dijeron que eran solo reflejos, algo normal. ¿Quiénes somos para cuestionar el sistema médico?”, relató la hermana.

Dentro del quirófano, la situación se volvió caótica. Según Natasha Miller, médica especializada en trasplantes de órganos, Hoover comenzó a moverse y se agitaba en la cama, incluso con lágrimas visibles en sus ojos. “Estaba llorando visiblemente”, afirmó Miller, quien explicó que, ante la situación, el procedimiento fue suspendido de inmediato.

El incidente ha sido negado por funcionarios del hospital y la organización Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA), responsables de coordinar el trasplante. El presidente del hospital aseguró en una entrevista con NPR que “nadie en KODA ha sido presionado nunca para recolectar órganos de ningún paciente vivo”.

Actualmente, Anthony Hoover está bajo el cuidado de su hermana, quien es su tutora legal. A pesar de no tener un pronóstico favorable, lucha por recuperar su movilidad, su capacidad para hablar y su memoria. “Me siento traicionada por el hecho de que la gente que nos decía que tenía muerte cerebral y luego despertó… están tratando de jugar a ser Dios”, expresó Rhorer, cuestionando las decisiones médicas que casi condujeron a la extracción de los órganos de su hermano.