Día de San Judas Tadeo: ¿Por qué se celebra el 28 de octubre?
La Ciudad de México es uno de los centros de mayor devoción a San Judas Tadeo
En México, San Judas Tadeo se ha consolidado como uno de los santos más venerados, especialmente por aquellos que buscan apoyo en situaciones de alta dificultad.
Aunque la devoción a San Judas Tadeo se mantiene viva cada 28 de mes, el 28 de octubre es la fecha oficial en la que miles de fieles en todo el país, y particularmente en el Templo de San Hipólito en la Ciudad de México, se congregan para rendirle honor.
¿Quién fue San Judas Tadeo?
San Judas Tadeo fue uno de los 12 apóstoles de Jesús de Nazaret y es mencionado en el Nuevo Testamento, aunque con pocas referencias directas. Los Evangelios de Mateo y Marcos lo llaman Tadeo o Lebbeo, para diferenciarlo de Judas Iscariote. Según las tradiciones cristianas, evangelizó en Persia junto a Simón el Cananeo, donde ambos murieron como mártires alrededor del año 62 d.C.
El nombre “Tadeo” proviene del arameo y significa “el que alaba” o “el que confiesa”. San Judas Tadeo es considerado “el patrón de las causas difíciles”, ya que se le atribuyen múltiples milagros en la resolución de problemas personales, económicos y de salud, y es especialmente popular entre quienes buscan empleo, un hogar, o solución a problemas legales y familiares.
Celebraciones y costumbres
La Ciudad de México es uno de los centros de mayor devoción a San Judas Tadeo, donde el Templo de San Hipólito se convierte en el punto de encuentro de miles de fieles. Este templo, originalmente dedicado a San Hipólito, cambió de advocación a San Judas Tadeo y ahora es conocido por recibir cada mes a cientos de devotos que le rinden culto, siendo el 28 de octubre el día de mayor celebración.
El 28 de octubre es un día especial en la liturgia occidental, en el que se conmemora tanto a San Judas Tadeo como a Simón el Cananeo. Esta fecha ha sido preservada en calendarios antiguos, como el Kalendarium antiquissimum, y en diferentes martirologios que honran la entrega y martirio de estos apóstoles.
Cada año, los devotos suelen llevar ofrendas y asistir al templo por primera vez, iniciando una tradición que para muchos se convierte en un compromiso de por vida. En las festividades, se acostumbra ofrecer alimentos o bebidas a otros asistentes, como un gesto de fe y agradecimiento.