¿Imprimes tus recibos en el cajero automático? Por esto no deberías hacerlo

Ciudad de México, 11 de diciembre del 2024.- Después de retirar dinero o realizar alguna operación en un cajero automático, muchos usuarios suelen desechar los comprobantes impresos sin pensar en las consecuencias. Sin embargo, esta práctica puede poner en riesgo la seguridad financiera.

Riesgos de desechar los comprobantes sin destruirlos

Los comprobantes del cajero automático contienen información sensible, como datos de la transacción y, en algunos casos, del titular de la tarjeta. De acuerdo con la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab, esta información puede ser utilizada por delincuentes para cometer fraudes, como:

• Engaños telefónicos o por correo electrónico: Los estafadores pueden usar los datos para hacerse pasar por tu banco y solicitar información adicional.
• Robo de identidad: Al obtener datos básicos, pueden realizar transacciones fraudulentas o acceder a más información personal.

Por ello, es fundamental no desechar los recibos en lugares públicos ni dejarlos expuestos.

Beneficios de conservar los comprobantes

Aunque hoy en día las aplicaciones bancarias registran todas las transacciones, los comprobantes físicos todavía tienen utilidad:

1. Evidencia en caso de discrepancias: Si una operación no se refleja correctamente o hay algún error en tu estado de cuenta, el recibo es una herramienta clave para realizar reclamaciones ante el banco.
2. Control financiero: Guardar los comprobantes permite llevar un registro más detallado de tus gastos y detectar patrones que te ayuden a ajustar tu presupuesto.
3. Detección de irregularidades: Revisar los comprobantes periódicamente ayuda a identificar movimientos inusuales que podrían indicar errores o intentos de fraude.

¿Cómo manejar los comprobantes de manera segura?

1. Organización: Guarda los comprobantes en un lugar seguro, clasificados por fecha o tipo de operación. Esto facilitará su consulta si necesitas realizar alguna aclaración.
2. Cruce de información: Revisa los datos del comprobante y compáralos con tus estados de cuenta o registros en línea para verificar que las transacciones sean correctas.
3. Destrucción adecuada: Si decides desechar los recibos, destrúyelos antes. Usa una trituradora de papel o rómpelos en pedazos pequeños para que no puedan ser reconstruidos.

Adoptar estas prácticas simples puede prevenir problemas mayores y garantizar que tu información financiera esté siempre protegida.