Opinión

Me encantan las máquinas de escribir

Cuando decidimos no desvanecernos y sobrevivimos lo suficiente para ser una figura viva y representación de voluntad

Me encantan las máquinas de escribir
anews
enero 27, 2025 8:03 pm

Linda Rivera

Durante los anteriores 10 años, algunas deducciones me han dejado dolorosas autosatisfacciones, cuestionamientos personales acerca de la rebeldía, la obediencia y la normalidad y decidí que escribiré de este tema, pues decidí ser libre y compartir mi aprendizaje. Así que esta es una declaración en respuesta a la opresión, abuso y la indiferencia selectiva, contestar así es desnudar el alma y mostrar autenticidad.

Cuando decidimos no desvanecernos y sobrevivimos lo suficiente para ser una figura viva y representación de voluntad.

Por ejemplo: Cuando una familiar decidió no tener hijos e inmediatamente fue tachada de la lista de regalos de la fiesta navideña.

Y yo misma, analizando la soledad en la que vivo actualmente, me pregunto si es que ¿en algún momento me convertí en alguien a quien solo es posible ver a escondidas, ¿Cuándo fue que sucedió aquel suceso que les orilló al abandono de una buena amiga y a la cobardía (tal vez también prudencia) de esconderse de mí?. ¿Verme les implicó acaso algún problema?

Hasta donde mi experiencia me permite, puedo discernir entre la intención de protegerme de mis amistades y la envidia de las habladurías y las indiscreciones propagadas por las mismas que fingieron o pudieron considerarse de mi grupo personal.

Siendo que tomé distancia de algunas personas porque aún recuerdo los sádicos comentarios, voraces palabras que destruyeron expectativas, ilusiones y momentos con solo ser pronunciadas, incluso hoy considero grotesca la conducta destructiva de aquellas personas, a quienes no pude ver bonitas nunca más, incluso cuando fueron bendecidas con una estructura anatómica correcta y que al inicio me pareció agradable.

Cuando distinguirse es peligroso, al nivel de poner la seguridad de la vida en riesgo y un comportamiento solitario es visto como motivo de burla y también como objetivo de agresión, quizás incluso de maltratos refinados como obligar a la persona solitaria a tomar medicamentos por haber sido observadx hablando a solas, es entonces cuando podemos darnos cuenta que es momento de rezar.

Juntar nuestras manos y recordar a Dios, y si tienes la posibilidad, acudir inmediatamente a una revisión sistemática de los reportes escolares para verificar que no hay aumento de violencia escolar en las habitaciones educativas y que es aún un caso y no un brote masivo.

Las cifras de la CNDH México (Comisión Nacional de los Derechos Humanos ) muestran México ocupa el primer lugar de bullying escolar en educación básica a nivel internacional en América.

Los datos de la organización detallaron que más de 18 millones de estudiantes de nivel primaria y secundaria sufren de violencia escolar:

Siete de cada 10 niños sufren algún tipo de violencia.

Más del 40% afirma ser víctima de acoso.

25.35% confirmaron que recibieron insultos y amenazas.

17% señaló que fueron víctimas de violencia física.

Más del 44% relataron recibir violencia verbal, psicológica, física, incluyendo por medio de redes sociales.

El artículo 3º constitucional proporciona el sustento jurídico para la Ley General de Educación, la que, en sus artículos 7º, fracción VI, y 8º, fracción III, sienta las bases para una educación libre de violencia en cualquiera de sus manifestaciones y un crecimiento saludable.

Entre los sectores en adultez, generalmente aquellas personas a quienes consideran excéntricas optamos por subrayar con nuestras vestiduras la decisión de separarnos de los segmentos poblaciones con quienes no nos identificamos, ya sea para construir nuestro propio ambiente o para afirmar nuestra divergencia.

Por otro lado, a usted lector (A) Si considera que la conducta de alguien te irrita, procura evadir la situación y así podrás establecer una relación armónica con la sociedad. Recuerda que la peligrosidad brota de cientos de mentes, y se ha vuelto común que hemos torturado a singulares y más vulnerables por considerarles, supuestamente, quienes tienen más banderas rojas de alerta, no obstante son más les raterxs, fraudulentxs, morosxs, asesinxs y malignxs aquellos que polulan entre montones, pues se sienten fortalecidos por su “manada”, y en la bravura de la pertenencia de algún colectivo ejercen agresión contra aquellos y aquellas quienes hemos sido señaladas de diferentes y vivimos en soledad.

Debemos evitar la criminalización de les singulares y procurar un ambiente de salud para las mayorías. La empatía es el método del éxito evolutivo, pues todas merecemos ser felices, sin embargo, ser feliz siempre implica ciertos entornos o esfuerzo y muchas no tienen las capacidades o ambientes necesarios para superar los obstáculos que les impide la felicidad, por eso mismo debemos ser solidarias.

Para ser irremplazable, debemos buscar nuestro lugar correcto y no siempre donde encajamos es donde pertenecemos.

Lo contrario al acoso contra singulares, podría ser, quizás, que cuando las cosas van bien, encontramos una piedra en la zapatilla y lo que estaba siendo una denominación de origen y orgullo de marca propia se convierte en un estereotipo, el robo de los elementos que componen una fisonomía y estampa única. Le dicen apropiación cultural o de diseño, y se normalizó como si de cualquier cosa se tratase, siendo lo más vil de las traiciones.

Sucede con la vestimenta, con los movimientos propios de una personalidad determinada, rasgos característicos del rostro, estilo de corte de cabello, uso de elementos decorativos y accesorios.

Contrario a ello, en la caso de las féminas, existen los bajos escritores, quienes han narrado los personajes femeninos de putas, mujeres sin rostro que solo fueron recordadas por sus piernas largas, cintura angosta o cara bonita…

De ese tipo de escritores que simplifican al límite a la mujer, con sus teorías machistas de liberación sexual para justificar la exposición del cuerpo de las féminas con expresiones burdas e hipersexualizada en verbo, libros, revistas y programas. De esos escritores que tienen deseos obscenos por ellas, y expresan sus parafilias  en intentos por consumar sus pasiones a costa de la paz de aquellas a quienes desean, objetualizadas, dominadas y a veces también nulificadas.

Y después de vivir tremendas dificultades por acosadores, sucede que se olvidan de nosotras, nos convertimos en poco menos de un recuerdo y nos damos cuenta que vivimos en la apatía. En menosprecio.

Para colmo; A quienes hemos vivido acoso, además hemos sido exiliadas por la sociedad, o nosotras mismas hemos elegido aislarnos, por ende, durante un conflicto posterior, no tenemos una red de apoyo, pues no somos más personas sociales, por eso:

Si tú eres machista: no nos mates, ni con tu mirada, ni con tus palabras o con un arma.

“…Deja que te arranqué un pétalo de fuego, antes de que te marchites.”

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