Acapulco

Acapulco: Entre la pobreza, la devastación de los huracanes y la inseguridad

Este 23 de octubre se cumple un año del huracán Otis y los pocos avances que se registraban en el puerto, los hundió John

Acapulco: Entre la pobreza, la devastación de los huracanes y la inseguridad
Adriana Olea
octubre 22, 2024 7:05 pm

Acapulco, Gro., 22 de octubre del 2024.- Acapulco no sólo tiene la mayor tasa de pobreza extrema del país, también es una de las ciudades con mayor índice de violencia y para colmo, el lugar favorito para que los huracanes toquen tierra, señala un artículo del diario español El País.

El antiguo motor turístico y económico del estado de Guerrero, vive una de las peores crisis de su historia reciente. La ciudad ha sido duramente golpeada por la violencia y la desigualdad social. Hoy, su situación es aún más crítica tras el impacto de dos devastadores huracanes que terminaron rompiendo equilibrio que la mantenía en pie. Los efectos de estos desastres naturales se suman a la percepción de inseguridad y a la pobreza extrema que azotan a miles de sus habitantes.

Otis y John: Dos huracanes devastadores

En la madrugada del 25 de octubre de 2023, el huracán Otis llegó a la costa de Acapulco con vientos de más de 270 km/h, dejando un rastro de destrucción. Los vecinos aún recuerdan el estruendo del fenómeno de categoría cinco, que dejó 52 muertos y 31 desaparecidos.

Los daños no solo se midieron en términos materiales, sino también en vidas humanas, muchas de ellas marineros obligados a proteger las embarcaciones de sus patrones. Tras el huracán, las ayudas del gobierno del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador llegaron en forma de apoyos económicos y enseres domésticos. Sin embargo, la reconstrucción fue lenta y la recuperación del turismo, insuficiente.

Cuando apenas comenzaban a levantarse, el 23 de septiembre de 2024, el huracán John impactó de nuevo. Aunque entró a Marquelia, a unas dos horas de Acapulco, sus lluvias torrenciales afectaron gravemente a la ciudad, registrando el 80% de la precipitación anual en apenas cuatro días. El agua inundó 40 mil viviendas, alcanzando en algunos lugares hasta 2.5 metros de altura. Más de 10 mil personas debieron ser rescatadas, y 128 mil lo perdieron prácticamente todo.

Zona Diamante en Acapulco tras inundaciones por John

Desastres naturales recrudecen pobreza en Guerrero

La devastación de los huracanes se inserta en un contexto de pobreza extrema y desigualdad en Guerrero, el segundo estado más pobre de México, donde el 60% de la población vive en situación de pobreza y el 25% en pobreza extrema, según datos de Coneval.

“La ciudad, que tiene una de las mayores tasas de asesinatos del mundo, es también la localidad de todo el país con más personas en situación de pobreza extrema, alrededor de 170.000. A esa tierra llegaron los huracanes”

Beatriz Guillén – EL PAÍS

Acapulqueños protestan; piden ayuda a las autoridades

La población afectada por la catástrofe ha tomado las calles. Unos cientos de damnificados bloquearon el bulevar de las Naciones, exigiendo apoyo de los tres niveles de gobierno, encabezados por la alcaldesa Abelina López, la gobernadora Evelyn Salgado y la presidenta Claudia Sheinbaum, las tres del partido Morena.

“Sheinbaum dedicó su primer viaje oficial como presidenta a visitar Acapulco. No recorrió las colonias, ni se bajó de la camioneta en las playas, pero prometió que los iba a ‘atender’”, se detalla en el reportaje.

La inseguridad no se detiene ante el desastre

Además de los desastres naturales, Acapulco enfrenta una grave crisis de seguridad. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, el 73.8% de los habitantes de la ciudad considera que es inseguro vivir allí. Aunque esta percepción disminuyó ligeramente en el último trimestre, sigue siendo un problema que se suma a la devastación causada por los fenómenos naturales, generando una situación de incertidumbre para la población.

La ciudad, que alguna vez fue un destino turístico de renombre mundial, ahora lucha por sobrevivir. Entre la pobreza extrema, los embates de la naturaleza y la constante sombra de la inseguridad, Acapulco se encuentra al borde del colapso, clamando por soluciones que aún parecen lejanas.

«