Arzobispo de Acapulco tacha de fracaso estrategia de seguridad en el puerto

ACAPULCO, Gro., 14 de julio de 2024.- El arzobispo del puerto, Leopoldo González González dijo que los asesinatos y el cobro de piso exhiben el fracaso de la estrategia de seguridad, por lo que debe incorporarse la sociedad civil para modificarla y que haya justicia y no más impunidad.

Durante su mensaje dominical transmitido en redes sociales, argumentó que es necesario reconocer la realidad e incluir a la sociedad para establecer una nueva estrategia que garantice justicia para todos.

Es evidente que las estrategias empleadas no han dado los resultados esperados, es necesario reconocer la realidad y buscar mejores estrategias junto con la sociedad civil”, expuso Leopoldo González.

Destacó que las ejecuciones y asesinatos han sido perpetrados con tal crueldad que pareciera buscar sembrar miedo a la sociedad.

Dijo que las autoridades tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de las personas y de sus bienes, y para ello cuenta con la fuerza pública, no obstante que deben cumplir y respetar la dignidad de todas las personas.

“Que la sociedad civil participe en la definición de prioridades ante el complejo panorama de criminalidad que enfrenta el país y que se comprometa en la parte que le corresponde para mantener la seguridad y las comunidades para recuperar el tejido social y construir, junto con las instituciones del Estado, la paz que todos anhelamos”, dijo.

El líder de la iglesia católica reiteró que la impunidad es “caldo de cultivo” para que se sigan cometiendo delitos, además que son muy pocos los que se denuncias y los resueltos e hizo referencia a las comunidades en las que ante la injusticia, recurren a los líderes de grupos del crimen organizado y no a las autoridades.

Destacó que la confianza de la población en las instituciones encargadas de brindar seguridad y justicia es un gran desafío.

Añadió que otra forma de violencia, es también el cobro de piso, “la cuota que no se sangra la economía familiar”, sino que mina profundamente la tranquilidad y la seguridad en la sociedad, además que desgasta la ilusión de trabajar para contar con lo necesario para vivir.