Plaza de la Tecnología sobrevivió a saqueos posteriores a Otis
Los locatarios de la plaza tienen turnos para resguardar sus negocios, además están armados con con machetes, hachas y pistolas
Acapulco, Guerrero, 12 de noviembre de 2023.- La Plaza de la Tecnología de Acapulco sobrevivió a los saqueos que se presentaron los días posteriores al impacto de Otis en el puerto debido a que los locatarios se armaron con machetes, hachas y pistolas para disuadir las amenazas.
A casi tres semanas de la tragedia, los comerciantes continúan vigilando las 24 horas el inmueble de la avenida Cuauhtémoc; ya se hacen llamar los guardianes de la colonia Centro de Acapulco.
Jonathan Mejía, propietario de dos locales, afirma que seguirán cuidando la plaza porque si se descuidan, “temen que algún vivo puede organizar un nuevo saqueo”, pese a la presencia de la Guardia Nacional, Marina y el Ejército.
Agregó que que él y sus compañeros locatarios están dispuestos a “hacer cosas que no quisiéramos hacer, a recurrir a cosas que no quisiéramos recurrir” para mantener su negocio, que es el sustento de sus familias.
Jonathan asegura que de momento su estrategia para evitar la rapiña en la Plaza de la Tecnología les ha funcionado, porque con los machetes, hachas y, en su momento, pistolas, lograron disuadir a los saqueadores, sin confrontación ni violencia.
“Hasta ahora ha funcionado y se nos ha, dentro de lo que cabe, respetado, ya que no solamente cuidamos nuestra fuente de trabajo sino también el barrio, las calles y nuestros vecinos nos conocen, algunos nos han echado la mano para algo que necesitemos porque hemos sido guardianes no sólo de la plaza sino también de la colonia”.
“Cuando fueron los picos más altos de violencia, mostramos lo que teníamos para evitar que la gente se acercara”.
Explica que, entre 40 y 50 locatarios, mujeres y hombres, cuidan diariamente la Plaza de la Tecnología día y noche, en diferentes turnos y posiciones, siempre con machetes, hachas , además que están respaldados por agentes de seguridad privada armados, enviados al puerto días después por los propietarios de la plaza.
Ante cualquier eventualidad, los locatarios se avisan por radio para alertar de un posible ataque de rapiña, tienen un silbato listo para convocar a los vecinos para que acudan en su apoyo.