Cantona: La Fortaleza Prehispánica que Rivaliza con Teotihuacán

Ubicada al oriente de Puebla, cerca de la frontera con Veracruz, Cantona se erige como una de las zonas arqueológicas más impresionantes de México, con una extensión de 453 hectáreas habitables que compiten con la grandeza de Chichén Itzá y Teotihuacán, según el Sistema de Información Cultural.

El nombre Cantona proviene del náhuatl “caltonal”, que significa “Casa del Sol”. Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta urbe prehispánica fortificada fue clave en el control de la ruta comercial entre el Altiplano y el Golfo de México, alcanzando su apogeo cultural entre el 350 a.C. y el 550 d.C.

Impulsan la cultura en Guerrero con enfoque inclusivo y comunitario

Riqueza Arquitectónica

Cantona destaca por sus 24 estructuras principales, ocho unidades habitacionales, tres plazas cerradas con pirámides, un palacio y 27 juegos de pelota, cada uno con características arquitectónicas únicas. Según la arqueóloga Joyce Marcus, estas diferencias sugieren la convivencia de diversas etnias en la ciudad, que llegó a abarcar 12.6 kilómetros cuadrados durante el periodo Epiclásico.

Defensa Ingeniosa

Construida sobre un malpaís –un terreno escabroso de lava–, Cantona fue diseñada para resistir ataques. Zanjones y callejones estrechos reducían la movilidad de invasores, mientras sus habitantes, independientes de Teotihuacán, comerciaban artefactos de obsidiana extraídos de Oyameles-Zaragoza.

Descubrimiento y Acceso

Descubierta en 1855 por Henri de Saussure, Cantona ha sido objeto de estudios y restauraciones desde finales del siglo XX. Actualmente, abre de martes a sábado, de 10:00 a 17:00 horas, con un costo de 95 pesos por persona, incluyendo acceso al museo. Los domingos la entrada es gratuita para todos los visitantes.