Cultura

Thor y el origen del árbol de Navidad

El árbol de navidad tiene origen alemán y comparte una relación poco conocida con Thor (el dios pagano del trueno de la mitología nórdica)

Thor y el origen del árbol de Navidad
Carlos Ulloa
diciembre 23, 2023 1:46 am
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Acapulco, Guerrero, 21 de diciembre de 2023.- Uno de los principales signos de la Navidad es el árbol, el cual se caracteriza por tener luces, esferas, y demás adornos pero ¿nunca te has preguntado cuál es el origen de esta tradición?, ¿Por qué se pone un árbol?, ¿Qué significado tiene?

A continuación te contamos la respuesta dichas interrogantes:

Alrededor del año 723 San Bonifacio, evangelizador de la fe católica en Alemania, viajó con un pequeño grupo de personas en la región de la Baja Sajonia.

Él conocía a una comunidad de paganos cerca de Geismar que en medio del invierno iban a realizar un sacrificio humano (donde usualmente la víctima era un niño) a Thor, el dios pagano del trueno de la mitología nórdica, en la base de un roble al que consideraban sagrado y que era conocido como “El Roble del Trueno”.

Bonifacio, quiso destruirlo no sólo para salvar a la víctima sino para mostrar a los paganos que él no sería derribado por un rayo lanzado por Thor.

Llegaron a la aldea en la víspera de Navidad justo a tiempo para interrumpir el sacrificio. Con su báculo en la mano, Bonifacio se acercó a los paganos y lleno del Espíritu de Dios les dijo: “aquí está el Roble del Trueno, y aquí la cruz de Cristo que romperá el martillo del dios falso, Thor”.

El verdugo levantó un martillo para ejecutar al pequeño niño, el Obispo extendió su báculo para bloquear el golpe y milagrosamente rompió el gran martillo de piedra y salvó la vida del niño.

Después, se dice que Bonifacio habló así al pueblo:

“¡Escuchen hijos del bosque! La sangre no fluirá esta noche, salvo la que la piedad ha dibujado del pecho de una madre. Porque esta es la noche en que nació Cristo, el hijo del Altísimo, el Salvador de la humanidad. Él es más justo que Baldur el Hermoso, más grande que Odín el Sabio, más gentil que Freya el Bueno. Desde su venida el sacrificio ha terminado. La oscuridad, Thor, a quien han llamado en vano, es la muerte. En lo profundo de las sombras de Niffelheim él se ha perdido para siempre. Así es que ahora en esta noche ustedes empezarán a vivir. Este árbol sangriento ya nunca más oscurecerá su tierra. En el nombre de Dios, voy a destruirlo”.

Entonces, Bonifacio cogió un hacha que estaba cerca de ahí, y según la tradición, cuando la blandió poderosamente hacia el roble una gran ráfaga de viento voló el bosque y derribó el árbol con raíces y todo. El árbol cayó al suelo y se rompió en cuatro pedazos.

El “Apóstol de Alemania” siguió predicando al pueblo germánico que estaba asombrado y no podía creer que el asesino del Roble de Thor no haya sido golpeado por su dios.

Una nueva tradición

Bonifacio miró más allá donde yacía el roble y señaló a un pequeño abeto y dijo: “Este pequeño árbol, este pequeño hijo del bosque, será su árbol santo esta noche. Esta es la madera de la paz… Es el signo de una vida sin fin, porque sus hojas son siempre verdes. Miren como las puntas están dirigidas hacia el cielo. Hay que llamarlo el árbol del Niño Jesús; reúnanse en torno a él, no en el bosque salvaje, sino en sus hogares; allí habrá refugio y no habrán actos sangrientos, sino regalos amorosos y ritos de bondad”.

Así, los alemanes empezaron una nueva tradición esa noche, que se ha extendido hasta nuestros días. Al traer un abeto a sus hogares, decorándolo con velas y ornamentos y al celebrar el nacimiento del Salvador, el San Bonifacio, Apóstol de Alemania y su rebaño nos dieron lo que hoy conocemos como el árbol de Navidad.

Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se colocaron las esferas y los focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.

Las esferas actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de Adviento. Las esferas azules son oraciones de arrepentimiento, las plateadas de agradecimiento, las doradas de alabanza y las rojas de petición.

Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.

La relación del árbol de Navidad y la Cruz de Cristo

El árbol de navidad también tiene una relación con la Semana Santa aquí te la explicamos.

Durante Semana Santa los practicantes de la fe católica recuerdan la pasión, muerte, y resurrección de Jesús; durante el Viernes Santo en el oficio de la adoración de la Cruz al inicio el sacerdote después de hacer una oración muestra a la asamblea un crucifijo y dice las siguientes palabras:

«Mirad el árbol de la cruz, en que el estuvo clavado Cristo el salvador del mundo. Venid a adorarlo».

Con lo anterior el árbol de la navidad adquiere el significado del primer vestigio de la Cruz de Cristo, que viene de un árbol.

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