C Spire retira publicidad por representación LGBTQ+ de “La Última Cena”
A través de un comunicado, C Spire anunció su decisión de retirar toda su publicidad de los Juegos Olímpicos de París 2024
El Comité Olímpico Internacional (COI) enfrenta una crisis financiera y de imagen tras la polémica generada en la inauguración de París 2024.
Una representación artística de “La Última Cena” por la Comunidad LGBTQ+ provocó que la empresa de telecomunicaciones estadounidense C Spire cancelara su contrato publicitario, valorado en millones de dólares.
Durante la ceremonia inaugural, personas homosexuales y transgéneros recrearon la icónica pintura de Leonardo Da Vinci, que muestra a Jesucristo con sus discípulos en su última convivencia antes de la crucifixión.
Esta versión contemporánea y diversa tocó fibras sensibles en millones de católicos y cristianos, quienes calificaron la representación como una “burla” a su fe.
A través de un comunicado, C Spire anunció su decisión de retirar toda su publicidad de los Juegos Olímpicos de París 2024, argumentando que la representación va en contra de los valores de la empresa.
“Nos sorprendió la burla de La Última Cena durante la ceremonia inaugural. C Spire retirará nuestra publicidad de los Juegos Olímpicos”, expresó la compañía.
La respuesta en redes sociales no se hizo esperar. En la plataforma X, cientos de usuarios aplaudieron la postura de C Spire, destacando que la empresa “respeta los valores de la familia“. Muchos internautas incluso prometieron contratar los servicios de la compañía en agradecimiento a su decisión.
El término “La Última Cena” se convirtió en tendencia mundial tras la inauguración, con la imagen del colectivo LGBTQ+ montada sobre el Río Sena generando una ola de comentarios, tanto de apoyo como de rechazo. La controversia subrayó la división en torno a temas religiosos y derechos LGBTQ+ en eventos de gran escala.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, también se vio envuelto en la polémica al publicar un mensaje en sus redes sociales: “Libertad, Igualdad, Fraternidad, Orgullo”. Esta declaración recibió críticas de seguidores religiosos, quienes reclamaron la inclusión de referencias al catolicismo en la gala olímpica.