París 2024: Magia y controversia en los Juegos Olímpicos

Los Juegos Olímpicos de París 2024, a punto de concluir, han dejado una huella imborrable en la historia del deporte, pero no sin generar controversias. Con momentos inolvidables y escenarios de ensueño, esta edición ha marcado un hito en la organización del evento, elevando las expectativas para Los Ángeles 2028.

El espectáculo comenzó con una ceremonia inaugural innovadora, donde un desfile de barcos en el río Sena capturó la esencia histórica de París. Competencias junto a la Torre Eiffel, la Plaza de la Concordia y el Palacio de Versalles ofrecieron imágenes que deleitaron a millones de espectadores, tanto in situ como a través de la televisión. La ciudad se convirtió en el mejor escaparate turístico, con un despliegue visual sin precedentes.

Controversias sexuales

Sin embargo, no todo fue celebración. La ceremonia inaugural despertó críticas por una escena interpretada como una burla de la Última Cena, lo que generó rechazo entre sectores católicos y de ultraderecha, a pesar de que los organizadores insistieron en su carácter pagano, inspirado en el dios griego Dionisio.

Otra controversia surgió en el ámbito del boxeo, con dos atletas intersexuales en el centro de una campaña de desinformación que las etiquetó erróneamente como “hombres” o “mujeres trans”. La disputa se exacerbó por el conflicto entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Federación Internacional de Boxeo (IBA), acusado de corrupción.

La natación en el río Sena también levantó ampollas. Pese a la millonaria inversión en su recuperación, las lluvias del 26 de julio aumentaron los niveles de contaminación, afectando las competiciones y generando preocupación entre los atletas. Aun así, las autoridades sostienen que el legado de París 2024 incluirá áreas de baño seguras para parisinos y turistas a partir del próximo año.

París 2024 se despide como un evento inolvidable, pero con el reto de que Los Ángeles 2028 supere este listón.