Anime conquista streaming en Latinoamérica y se proyecta al futuro
El anime ha dejado de ser una moda pasajera; su riqueza narrativa y diversidad lo convierten en un género imprescindible en los catálogos de streaming.
El anime, fenómeno que comenzó en televisión abierta hace más de 40 años con títulos como Mazinger Z, Remi y Candy Candy, se ha consolidado como un gigante del entretenimiento gracias al auge de las plataformas de streaming.
Para Raúl González Bernal, director de marketing de Crunchyroll en Latinoamérica, este género es parte esencial de generaciones que crecieron con caricaturas japonesas. “El anime ha sido parte de nuestras vidas. Lo veíamos en televisión abierta y formaba parte de la programación habitual”, explica.
Aunque la piratería marcó una etapa oscura con la distribución ilegal de contenido en la década de los 2000, el avance tecnológico y la popularización del streaming revolucionaron el acceso a este tipo de entretenimiento.
Durante la pandemia, servicios como Crunchyroll experimentaron un crecimiento sin precedentes, con audiencias descubriendo o redescubriendo el género.
“En 2020, el consumo de anime tuvo una explosión. Las personas encerradas en casa buscaron alternativas de entretenimiento, y eso llevó a una segunda ola de popularidad del anime”, señaló González.
Crunchyroll, con 15 millones de suscriptores globales, ha visto en Latinoamérica un mercado clave. “México, Brasil, Chile, Argentina y Colombia son regiones donde los fans son extremadamente apasionados. Esta región es una de las que más crece a nivel global”, destacó.
Otras plataformas también apuestan fuerte por el anime. Netflix, por ejemplo, lanzó la serie live-action de One Piece y trabaja en Terminator Zero, un proyecto inspirado en el universo de James Cameron.
Según González, la Generación Z, principal consumidora de anime, asegura su permanencia como un pilar del entretenimiento en el futuro.
El anime ha dejado de ser una moda pasajera; su riqueza narrativa y diversidad lo convierten en un género imprescindible en los catálogos de streaming.