EE. UU. evalúa posible prohibición de TP-Link por preocupaciones de seguridad nacional
Un informe del Wall Street Journal indicó que la empresa controla el 64,9% del mercado estadounidense de routers, aunque TP-Link refuta esta cifra
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El gobierno de Estados Unidos está considerando la posibilidad de prohibir los productos del fabricante de routers TP-Link debido a preocupaciones en torno a la seguridad nacional por sus presuntos vínculos con China. La empresa, reconocida por su popularidad en el mercado estadounidense, enfrenta una investigación conjunta de los Departamentos de Comercio, Defensa y Justicia, aunque hasta el momento no se presentó evidencia de actos ilícitos deliberados.
La investigación se originó tras una carta enviada por los congresistas John Moolenaar (republicano por Michigan) y Raja Krishnamoorthi (demócrata por Illinois), miembros del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino. En la misiva, expresaron su preocupación por la posibilidad de que hackers patrocinados por el gobierno chino puedan explotar vulnerabilidades en los routers TP-Link para infiltrarse en sistemas estadounidenses y sobre la obligación legal de las empresas chinas de colaborar con las autoridades de su país en asuntos de seguridad.
Fundada en China en 1996, TP-Link estableció su sede estadounidense en 2008. Sin embargo, no fue hasta 2022 que comenzó a desvincular sus operaciones en China y Estados Unidos, proceso que se completó en 2024. Actualmente, la compañía afirma tener sedes en California y Singapur, con fábricas en Vietnam y operaciones independientes de su matriz china. “No tenemos ninguna afiliación con TP-Link Tech, que se centra en China continental, y podemos demostrar nuestra independencia“, aseguró Jeff Barney, presidente de TP-Link USA, en declaraciones a WIRED.
A pesar de los esfuerzos por distanciarse de sus raíces chinas, la preocupación por la ciberseguridad persiste. Informes de Microsoft y Check Point Research identificaron ataques cibernéticos vinculados a grupos respaldados por el gobierno chino que explotaron vulnerabilidades en routers TP–Link. Aunque la empresa argumenta que estos incidentes afectaron principalmente a modelos antiguos y que mantiene estándares rigurosos de seguridad, los cuestionamientos sobre la exposición de datos sensibles siguen latentes.
En medio de esta controversia, TP-Link enfrenta acusaciones de competencia desleal. Un informe del Wall Street Journal indicó que la empresa controla el 64,9% del mercado estadounidense de routers, aunque TP-Link refuta esta cifra, afirmando que su participación es del 36,5% en unidades vendidas. Sus precios accesibles y la rápida adopción de la tecnología Wi-Fi 7 impulsaron su crecimiento, generando tensiones con competidores como Netgear, que recientemente demandó a TP-Link por violación de patentes, obteniendo un acuerdo de 135 millones de dólares.
Los cuestionamientos en torno a la seguridad de los productos TP-Link se da en un contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, similar al caso de la prohibición de los equipos de red de Huawei y las restricciones a TikTok. Aunque aún no se tomó una decisión oficial sobre TP-Link, la investigación refleja las crecientes preocupaciones sobre la protección de la infraestructura tecnológica estadounidense frente a posibles amenazas extranjeras.