Confirma misión china presencia de agua en la Luna
Ciudad de México, 16 de junio de 2022.- La misión china de aterrizaje y muestreo lunar Chang’e 5 encontró agua en la Luna, tanto mediante análisis in situ como en los materiales enviados a la Tierra. Chang’e 5 aterrizó en la Luna en diciembre de 2020, perforando y recogiendo las muestras lunares más jóvenes jamás […]
Ciudad de México, 16 de junio de 2022.- La misión china de aterrizaje y muestreo lunar Chang’e 5 encontró agua en la Luna, tanto mediante análisis in situ como en los materiales enviados a la Tierra.
Chang’e 5 aterrizó en la Luna en diciembre de 2020, perforando y recogiendo las muestras lunares más jóvenes jamás recogidas.
Poco después, un vehículo de ascenso despegó desde el lugar de aterrizaje de la misión en Oceanus Procellarum, y las muestras de Chang’e 5 regresaron a la Tierra a finales de mes.
Los científicos han revelado ahora que tanto el escaneo espectral de la superficie realizado por el módulo de aterrizaje como el análisis de las muestras en los laboratorios de la Tierra muestran la presencia de agua en la región.
“Por primera vez en el mundo, los resultados de los análisis de laboratorio de las muestras de retorno lunar y los datos espectrales de los estudios de la superficie lunar in situ se utilizaron conjuntamente para examinar la presencia, la forma y la cantidad de ‘agua’ en las muestras lunares”, dijo en un comunicado Li Chunlai, científico planetario de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia China de Ciencias (NAOC).
Sin embargo, los resultados no apuntan a la existencia de grandes depósitos en la superficie lunar.
En vez de eso, los resultados muestran que las rocas y el suelo de la superficie lunar contienen unas 30 partes de hidroxilo por millón; el hidroxilo, con un átomo de oxígeno y otro de hidrógeno, es el principal ingrediente del agua.
El equipo también consideró que la fuente de agua es principalmente autóctona de la Luna, contenida en un mineral cristalino llamado apatita.
Al parecer, el viento solar, la corriente constante de partículas cargadas que fluye desde el sol y a través del sistema solar, que bombardea la luna e implanta su superficie con partículas, ha aportado menos hidroxilo de lo esperado.