¿Qué le paso al papa Francisco? De último minuto cancela presidir el viacrucis
El papa Francisco tampoco asistió al vía crucis en el Coliseo Romano el año pasado pero lo anunció con anticipación
Roma, Italia, 29 de marzo de 2024.- El papa Francisco canceló en el último momento su asistencia a la procesión del Viernes Santo en el Coliseo de Roma, en lo que el Vaticano describió como un intento de “preservar su salud” antes de más compromisos de Semana Santa.
“Para preservar su salud en preparación para la vigilia de mañana y la misa del Domingo de Pascua, el papa Francisco seguirá el Vía Crucis del Coliseo desde la residencia de Santa Marta”, informó el Vaticano en un comunicado.
La inesperada ausencia de Francisco, de 87 años, podría reavivar la preocupación por el deterioro de sus fuerzas. El pontífice utiliza un bastón o una silla de ruedas para desplazarse debido a una dolencia de rodilla, y sufre repetidos ataques de bronquitis y gripe.
El Vaticano anunció la ausencia del papa en la procesión del “Vía Crucis” justo cuando estaba a punto de comenzar, diciendo en un comunicado que la seguiría a distancia desde su residencia vaticana.
“Se trata simplemente de una medida de precaución”, indicó a la AFP una fuente del Vaticano, que aseguró que la salud del papa, que en las últimas horas estuvo “en buena forma”, no suscita “ninguna preocupación particular”.
Francisco, que se había mostrado más en forma esta semana tras unas semanas en las que tuvo dificultades para hablar en público y canceló algunas reuniones, también faltó a la procesión el año pasado, tras recuperarse de una hospitalización de cuatro días por bronquitis.
El jesuita argentino también anuló su participación en este rito al aire libre en 2023 por motivos de salud, pero el año pasado el Vaticano informó con anterioridad que el pontífice no participaría ya que estaba convaleciente tras haber sido hospitalizado por una bronquitis.
¿Qué enfermedad padece el Papa Francisco?
Francisco, de 87 años, a quien le extirparon parte de un pulmón cuando era joven, ha estado luchando durante todo el invierno contra lo que él y el Vaticano han descrito como un caso de gripe, bronquitis o resfriado. Durante las últimas semanas, ocasionalmente le pidió a un asistente que leyera en voz alta sus discursos y se saltó por completo su homilía del Domingo de Ramos.