Refuerza EE.UU. y México medidas para evitar que China eluda aranceles de acero y aluminio

Washington D.C., 10 de julio de 2024.- Estados Unidos y México han anunciado la implementación de nuevas medidas para combatir la elusión de los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio, particularmente dirigidas contra productos provenientes de China y otros países que utilizan México como ruta de tránsito.

¿En qué consiste la nueva política de aranceles?

La Casa Blanca informó que, bajo una nueva normativa impulsada por el presidente Joe Biden, las importaciones de productos de acero procedentes de México estarán sujetas a aranceles del 25 por ciento, de acuerdo con la “Sección 232”, a menos que se pueda documentar que el acero se fundió y vertió en México, Estados Unidos o Canadá. Esta medida se conoce como la norma de “fundido y vertido”.

Para las importaciones de productos de aluminio desde México, estas deberán evitar aranceles del 10 por ciento de la Sección 232 si no contienen aluminio primario fundido o colado en China, Rusia, Bielorrusia o Irán.

Los importadores en Estados Unidos tendrán que presentar un certificado de análisis al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) que indique el país de origen de los metales.

Colaboran México y Estados Unidos para evitar elusión de aranceles

En una declaración conjunta, los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador confirmaron que México exigirá a los importadores de productos de acero que proporcionen más información sobre el país de origen de estos productos. Ambas naciones implementarán políticas para prevenir la evasión arancelaria y fortalecer las cadenas de suministro de acero y aluminio en América del Norte.

“Ambos países implementarán políticas para prevenir conjuntamente la evasión arancelaria en acero y aluminio, y fortalecer las cadenas de suministro de acero y aluminio de América del Norte”, afirmaron los mandatarios en el comunicado difundido por la Casa Blanca.

El objetivo de Biden

Esta política se enmarca en los esfuerzos de Biden por atraer el apoyo de los sindicalistas, especialmente de la asociación United Steelworkers, de cara a su intento de reelección en noviembre. En este contexto, Biden ha mostrado su oposición a la posible adquisición de U.S. Steel, con sede en Pittsburgh, por parte de la japonesa Nippon Steel.