21 November, 2024
Ucraniano ultima a mujer rusa tras consumir ayahuasca en Perú
El crimen se perpetró con extrema violencia por lo que el caso conmocionó a todo Perú
Lima, 14 de agosto del 2024.- Una corte en Perú ha dictado esta semana nueve meses de prisión preventiva contra Ivan Kuzmin, un ciudadano ucraniano de 38 años, quien confesó haber asesinado y descuartizado a Liudmila Lazarenko, una mujer rusa de 44 años, tras consumir ayahuasca y hongos alucinógenos en la ciudad amazónica de Yurimaguas.
¿Cómo ocurrió el ataque en Perú?
El incidente tuvo lugar el pasado jueves en “Dos Mundos”, un centro de sanación en Yurimaguas donde se practican rituales con plantas alucinógenas. Según la fiscalía, Kuzmin y Lazarenko, quienes mantenían una relación de amistad, se encontraban hospedados en el lugar cuando ocurrió el violento episodio.
En la audiencia, Kuzmin admitió haber atacado a su amiga bajo los efectos de las sustancias, alegando que lo hizo “para salvar el alma” de Lazarenko, quien supuestamente estaba poseída por fuerzas malignas.
La jueza de la Corte de San Martín, en el noreste de Perú, declaró fundado el requerimiento de la fiscalía y dictó nueve meses de prisión preventiva por homicidio calificado con ferocidad. Durante la audiencia, el defensor público asignado a Kuzmin afirmó que el acusado tenía plena conciencia de que su acción era sancionable penalmente.
Testigos encontraron al ucraniano con el arma homicida
El crimen fue descubierto cuando Kuzmin fue hallado en la habitación de Lazarenko, completamente fuera de sí y con un cuchillo en la mano.
Testigos informaron a la fiscalía que el ucraniano cercenó brutalmente el cuerpo de la víctima. Según la fiscal provincial de Alto Amazonas, Llesenia del Mar, el asesinato pudo darse como resultado de una discusión entre ambos.
Pepe Ordoñez, director del centro de sanación “Dos Mundos”, negó haber suministrado alucinógenos a la pareja y afirmó que ambos solo estaban de paso. Sin embargo, el local ha sido clausurado mientras se investiga el caso.
Liudmila Lazarenko, quien vivía en Tailandia con su esposo y dos hijas, estaba de vacaciones en Perú al igual que su atacante. El trágico suceso ha dejado una profunda impresión en la comunidad local y ha puesto en el centro de la discusión los riesgos asociados con el uso de sustancias alucinógenas en contextos de sanación espiritual.
