Es policía de CDMX hombre que lanzó perro a cazo hirviendo
El ex agente, que ya fue dado de baja, pidió ‘paro’ durante su arresto y dijo temer por su integridad en prisión
Ciudad de México, 31 de mayo de 2023.- Sergio, el individuo responsable de arrojar a un perro a un cazo con aceite hirviendo el pasado domingo, resultó ser un policía en activo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México (SSC-CDMX).
En una tarjeta informativa, la SSC-CDMX comunicó que Sergio fue suspendido de la institución desde el momento en que fue identificado y se emitió una orden de aprehensión en su contra.
Además de dar de baja al agente, la SSC-CDMX colaboró con información que condujo a su localización y detención, así como con las investigaciones correspondientes.
La dependencia recordó que desplegó personal operativo para apoyar en la investigación junto a las instituciones del gobierno del Estado de México y el Gobierno federal.
“Esta Secretaría no tolerará conductas contrarias al código de ética y los principios que la rigen, y habrá cero tolerancia en la comisión de actos que dañen a la ciudadanía”, agregó la SSC-CDMX.
Sergio era oficial de la SSC-CDMX y estaba asignado al sector Cuitláhuac, en la alcaldía Azcapotzalco, según los registros oficiales.
Durante su detención, en un domicilio de Coyoacán, solicitó “paro” a los policías que lo capturaron, afirmando ser pareja de uno de ellos en un intento por evitar su arresto.
Además, expresó su temor a ser linchado por la gente o en el penal debido al descontento social generado por sus acciones.
El video del cruel acto se volvió viral en las redes sociales desde el domingo pasado.
En las imágenes se observa cómo sale de una carnicería, toma al perro, llamado Scooby, y lo arroja a un cazo con aceite hirviendo, causando la muerte del animal.
Se descubrió posteriormente que el agresor había ingresado a la carnicería con el propósito de extorsionar al dueño, y utilizó al perro intimidar.
Ahora enfrenta cargos por maltrato animal, delito que en el Estado de México conlleva una pena de tres a seis años de prisión.