Inicia 2025 con aumento en precios de bebidas, cigarros y combustibles

Ciudad de México, 02 de enero del 2025.- A partir del 1 de enero de 2025, los precios de productos como bebidas azucaradas, tabaco y combustibles han aumentado debido a la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las cuotas del impuesto crecieron un 4.5%, reflejando la inflación y ajustándose a las políticas de salud pública y cuidado ambiental.

Impacto en bebidas azucaradas

El impuesto sobre bebidas saborizadas subió a 1.64 pesos por litro, representando un incremento de 7 centavos respecto al año anterior.

Este gravamen afecta no solo a refrescos carbonatados, sino también a polvos, jarabes y extractos utilizados para preparar estas bebidas, calculándose con base en los litros producidos.

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Incremento en productos de tabaco

Para los cigarros, el impuesto pasó de 0.6166 a 0.6445 pesos por cigarro.

Aunque el incremento es pequeño, podría impactar el costo final de las cajetillas, lo que se alinea con los esfuerzos gubernamentales para reducir el consumo de tabaco y mejorar la salud pública.

Nuevas tarifas en combustibles

Los combustibles también han experimentado un ajuste significativo, especialmente porque en esta ocasión no se aplicaron los estímulos fiscales que en años anteriores mitigaban el impacto del IEPS. Las nuevas cuotas son:

• Gasolina menor a 91 octanos: 6.4555 pesos por litro.
• Gasolina mayor o igual a 91 octanos: 5.4513 pesos por litro.
• Diésel: 7.0946 pesos por litro.
• Combustibles no fósiles: 0.4513 pesos por litro.

Efectos en la economía

El incremento en los precios de combustibles podría tener un efecto inflacionario, ya que el transporte de productos y servicios depende en gran medida de ellos.

En cuanto a los productos gravados, se espera que los aumentos continúen impulsando debates sobre su impacto en los consumidores y sobre la eficacia de los impuestos para cumplir con sus objetivos de salud y sostenibilidad ambiental.

Con estas medidas, el gobierno refuerza su compromiso de desincentivar el consumo de productos considerados dañinos para la salud o el medio ambiente, aunque no sin controversia por las implicaciones económicas en los hogares y la industria.