Prepara Sheinbaum plan ante posibles deportaciones masivas desde EE.UU.

Ciudad de México, 06 de diciembre del 2024.- La presidenta Claudia Sheinbaum anunció la implementación de un plan integral en colaboración con los gobernadores de los estados fronterizos del norte para enfrentar las posibles deportaciones masivas de migrantes mexicanos desde Estados Unidos.

Esta medida surge en respuesta a las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha prometido deportar a un millón de migrantes por año una vez que asuma el cargo en enero de 2025.

Preocupación por las deportaciones masivas

La posibilidad de que Trump cumpla su promesa de deportaciones masivas ha encendido las alarmas en el gobierno mexicano. Se estima que cuatro de cada diez migrantes irregulares en Estados Unidos son de origen mexicano, lo que plantea un reto significativo para el país. Ante este escenario, el gobierno de Sheinbaum busca estar preparado para recibir y apoyar a los connacionales que puedan ser afectados.

¿En qué consiste el plan de Sheinbaum?

La presidenta explicó que el plan se basa en dos pilares fundamentales: el fortalecimiento de los consulados mexicanos en Estados Unidos y la coordinación con los gobernadores de los estados fronterizos.

Fortalecimiento de los consulados
El canciller Juan Ramón de la Fuente liderará una gira por Estados Unidos para supervisar y reforzar las capacidades de los consulados. Estas oficinas jugarán un rol clave, proporcionando asistencia inmediata y acompañamiento legal a los migrantes mexicanos que enfrenten procesos de deportación.

Coordinación con los estados fronterizos
El próximo martes, en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad en Acapulco, Guerrero, Sheinbaum y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, se reunirán con los gobernadores de los estados fronterizos del norte. Durante el encuentro, se revisarán los detalles del plan de acción para garantizar una respuesta humanitaria y efectiva.

Reintegración y apoyo a los deportados

El plan no solo contempla la recepción de los deportados, sino también su integración en actividades económicas y sociales en sus lugares de origen o en otras regiones del país. Para ello, se están considerando inversiones en infraestructura y servicios que permitan atender el posible flujo de migrantes, asegurando su bienestar y su reintegración en la sociedad mexicana.