AMLO y Marcarlo negociaron con acierto: Tesla se viene a Monterrey
La empresa automotriz instalará una planta en la ciudad de Nuevo León
José Luis Camacho Acevedo.
Finalmente, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su Canciller Marcelo Ebrard lograron que el considerado el hombre más rico del mundo y por lo tanto un duro negociador, Elon Musk, aceptara las condiciones para que la planta de automóviles eléctricos, Tesla, se instale en las inmediaciones de la zona metropolitana de Monterrey.
Dice la especialista en Política Exterior, Natalia Saltamancchia Ziccardi, que al igual que en muchos países del mundo, el actual gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, fundamenta el apoyo que da a sus relaciones internacionales, en tener una política interior fuerte.
Saltamancchia considera: “Hasta ahora la diplomacia frente a Estados Unidos ha sido más defensiva que propositiva”. Y prosigue en su ensayo con consideraciones como la siguiente:
“…el Canciller Marcelo Ebrard es un político eficaz y de peso, que posee una visión sofisticada de las conexiones entre México y el mundo.”
Ebrard Casaubón es un político que sabe el valor de la lealtad al presidente y que también ha realizado su tarea con el perfil bajo que le impone la decisión presidencial de hacer de la política exterior mexicana, una política basada en la fortaleza de una política interior firme.
El canciller destacó también el papel de su equipo en la negociación del megaproyecto, la cual estuvo pendiendo de un hilo tras el anuncio de López Obrador de que no entregaría a Tesla el permiso para ubicar su planta en Monterrey –como era previsto–, porque escasea el agua en Nuevo León. (Proceso)
En su cuenta de twitter el Canciller mexicano apuntó:
Felicito al Presidente López Obrador por la exitosa negociación con Tesla que garantiza gran inversión con cuidado del agua. Presencié su brillante y exitosa operación en favor de México.
@elonmusk mostró su gran estatura, de agradecerse también a Rohan Patel.
Hubo momentos de tensión en la mencionada negociación.
Pero la sensatez del presidente López Obrador y la sensibilidad de Marcelo Ebrard lograron que esa importante inversión se quedara en México.