Opinión

Desde 1994 los gobiernos sabían que la Zona Diamante de Acapulco se inundaba

El seguimiento al crecimiento de la mancha urbana, en los humedales naturales de esa región, fueron entregados a los gobernadores que ejercieron el poder ejecutivo entre 1995 y el año 2013

Desde 1994 los gobiernos sabían que la Zona Diamante de Acapulco se inundaba
anews
octubre 03, 2024 8:44 pm

Por: Miguel Ángel Mata Mata/Reportero

Acapulco, Gro., a 03 de octubre del 2024. – Los gobiernos, federal, de Guerrero y Acapulco, limpiarán luego de la tormenta. Ayudarán a los ciudadanos, víctimas de la codicia, tan solo para que el año que viene pase lo mismo.


El año próximo, por las mismas fechas, volverán las oscuras nubes a descargar su furia a las lagunas, anegadas; a los meandros, taponados, para vaciar lentamente, gota a gota, la inundación a la mar.
Dañará otra vez el refri, la estufa, la sala y el comedor. El gobierno pagará, otra vez, destrozos y menaje de casa.


SISIFO EN ACAPULCO


Como aquel corrupto y astuto de la mitología griega, el rey Sísifo, a quien Zeus condenó, por arrogante y soberbio, a que todas las mañanas empujase una pesada roca hasta la cima de una montaña. Ya en la cúspide, la roca regresaba al pie de la montaña.


— ¡Ándale, Sísifo! Por arrogante ¡Súbela otra vez!


Así, Acapulco, está condenado a lamer sus heridas, abrazar sus tristezas, levantarse para caerse, otra vez, cuando regrese la temporada de lluvias.


Este año. El que viene. El otro, y el otro, y el otro.


¿POR QUÉ SERÁ ASÍ?


Ellos lo sabían.


Desde 1994, y hasta el año 2013, expertos mexicanos, y del extranjero, han dado seguimiento al crecimiento de nuevas unidades habitacionales, e invasiones de tierra, que han modificado la zona de humedales, en la zona Diamante de Acapulco, que se ubicó, en 1994, en 1,527 hectáreas.


Una extensión mayor a la mitad de esa zona la han convertido en una selva de concreto, impermeable, que no permite a la naturaleza filtrar, y escurrir a la mar, las aguas de lluvia de cada año.


De las 1,527 hectáreas de humedales, ubicados a entre dos y veinte metros sobre el nivel del mar, que existían en el 1995, para el año 2013 quedaron, sin cambios o pocos cambios, 612 hectáreas.


Con respecto a 1995, la zona perdió 915 hectáreas, convertidas en una plancha de concreto.


LOS ESTUDIOS


El seguimiento al crecimiento de la mancha urbana, en los humedales naturales de esa región, fueron entregados a los gobernadores que ejercieron el poder ejecutivo entre 1995 y el año 2013.


Dichos estudios no fueron tomados en cuenta por los regidores de los cabildos de Acapulco, ni por sus presidentes municipales, que otorgaron licencias de construcción sin tomar en cuenta las recomendaciones de evitar el crecimiento urbano en zonas inundables.


A partir del 2013 se desconoce si se dio seguimiento al estudio o fue suspendido.


EL ESTUDIO


El estudio se llamó: Análisis de la situación en la Microcuenca de la Laguna Negra, Acapulco: zona de vegetación natural, de inundación y desarrollo habitacional.


El estudio se llevó a cabo en la Microcuenca del Arroyo Colacho, respecto de la Cuenca del Rio La Sabana, en el área urbana de Acapulco.


En el citado estudio, en imágenes, tomadas vía satélite, se muestra de forma clara la Planicie de Inundación sobre la cual se ubica el Poblado de Llano Largo y los desarrollos habitacionales recientes.


Las zonas inundables, según aquel estudio, coinciden con los predios donde existen, hoy, fraccionamientos y colonias que han sido inundadas por fenómenos como Ingrid y Manuel, Otis o, recientemente, el huracán John.


LA IMPORTANCIA DEL ARROYO COLACHO


En la introducción del documento se indica que el Rio de La Sabana tiene su recorrido final sobre la planicie de inundación creada durante un lapso de tiempo indeterminado, y ocasionalmente derrama los excedentes de sus crecidas sobre la micro cuenca del arroyo Colacho para drenar en la Laguna Negra y el Océano Pacifico, en El Revolcadero.


El arroyo Colacho, es un sistema hidráulico que funciona de forma estacional ya que colecta los escurrimientos provenientes del flanco Este de la reserva natural de El Veladero durante la estación pluvial y drena los provenientes del escurrimiento sub superficial.


Es decir, los cerros donde se construyó El Coloso, y otras colonias, dejan escurrir el agua de lluvia cada estación, que se integran al cauce del Río de La Sabana, que también escurre, ahí, sus aguas.


La zona que recibe descargas de escurrimientos de la zona de El Veladero comprende 1,300 hectáreas.
Son millones de litros de agua que escurren al arroyo Colacho. En sentido figurado, es el tubo final del desagüe en una casa.


En la topografía del Rio de La Sabana se indica que el segmento tiene 15.33 kilómetros desde el puente de la Frontera hasta la Laguna de Tres Palos.


El punto más alto está a 24m respecto a la desembocadura. La pendiente media es de1%.
El Arroyo Colacho, tiene una longitud aproximada de 7.2 kilómetros.


Desde el origen hasta el Puente Rio Lagarto que marca el inicio de la ”Laguna Negra.”
El punto más alto está a 19 msnm y un mínimo de 4’msnm. La pendiente media es de1%.

EL POLÍGONO INUNDABLE


En 1995, en fotografías satelitales proporcionadas por INEGI, se delimita la zona inundable y que, para entonces, comenzaba a poblarse.


En lo que llamaron la Microcuenca del Arroyo Colacho se ubican los límites:
La delimitación del área más intensamente usada para vivienda fue obtenida a partir de una Ortofoto de INEGI.


Los límites son:

  • Norte: Carretera Cayaco, Tres Palos, poblado Tuncingo
  • Sur: Límite perimetral de los desarrollos habitacionales y margen izquierda del Rio La Sabana.
  • Este: Margen izquierda del Río de La Sabana hasta el puente sobre Viaducto Diamante.
  • Oeste: Carretera Cayaco-Puerto Marqués.
  • Se trata de un área total de 1,527 hectáreas.


EL USO DEL SUELO


Según el estudio, el uso del suelo de esa micro región, en 1995, era eminentemente agrícola, y estaba dispersamente cubierto por cultivos anuales, pastizales y huertas de coco.


Además, esa micro cuenca actúa como una zona de amortiguamiento para las crecidas del Río de La Sabana que, debido a la topografía, hacía su final tiene un sistema meándrico y cauce sinuoso conectado a la Laguna de Tres Palos que, a su vez, en Barra Vieja descarga en el Océano Pacífico.


TODO SE ACELERÓ EN EL 2002


Poco a poco, esa extensión de 1,527 hectáreas fue perdiendo extensiones de tierra en donde comenzaron a construirse fraccionamientos habitacionales, invasiones de tierra y taponamientos o reducción en el ancho de los arroyos y ríos por donde el agua de lluvia escurría al Océano Pacífico.


En el año 2002 el área inundable y humedales perdió 316 hectáreas para quedar en 1,211.
Para noviembre de 2002, esas 316 hectáreas perdidas, fueron ocupadas por desarrolladores inmobiliarios e invasiones en la colindancia con el Bulevar de las Naciones.


En el 2002 los principales desarrolladores inmobiliarios que ocuparon esas 316 hectáreas, en la colindancia del bulevar de Las Naciones, fueron: Diamante Plus,”Los Arcos,”Secsa 1, Secsa 2,”Colosio” y Rinconada. Posteriormente fueron ARA y Homex, que, a la fecha, construyen y venden casas construidas en terrenos que se inundan cada año.


TAMBIÉN EN LA LAGUNA NEGRA


En ese mismo año, en la Laguna Negra de Puerto Marqués se efectuaron desmontes y rellenos para levantar casas habitación en colindancia con la vía de acceso.


En la colindancia del Río Colacho, la población de Llano Largo se incrementó en un 50%.
Y SIGUIERON EN EL 2006


En imágenes de satélite, para INEGI, en enero del año 2006, se evidencia que han quedado remanentes, sin cambios o cambios mínimos en 1,008 hectáreas.


Con respecto a 1995 se perdieron 518 hectáreas y con respecto a 2002, se perdieron 202 hectáreas.
En el área de Cayaco se pudo observar una rápida expansión de la población asi como desmonte y relleno de predios, asi como la nueva construcción de nuevos desarrollos inmobiliarios.


Ese año, en la Laguna Negra de Puerto Marqués, en una extensión de 4.06 hectáreas, se levantaron los fraccionamientos Altos del Marqués y los desplantes para desarrollo inmobiliario Diamante Lakes.


Y LE SIGUEN Y LE SIGUEN EN EL 2009


Las modificaciones a la microcuenca de escurrimiento del arroyo Colacho, sufrió otras modificaciones en enero del 2009.


Las imágenes satelitales para INEGI muestran sin cambios o con cambios menores una extensión de 782 hectáreas.


Con respecto a 1995 se perdieron 745 hectáreas y con respecto a 2006, 306 hectáreas.


A manera de simulación, y con respecto a imágenes comparativas con las de 2002, se observan amplias zonas inundables que coinciden con los desarrollos habitacionales.


En la Laguna Negra se continúa con el desarrollo Altos del Marqués y una nueva zona de construcción, en la Laguna Negra, que ocupa un área de 5.06 hectáreas.


EN EL 2012


En noviembre del 2012, la imagen satelital provista por INEGI muestra que la mancha de concreto, con desarrolladores inmobiliarios, avanzó.


El área total sin cambios o cambios menores en esa zona, fue de 612 hectáreas.
El área perdida con respecto a 1995 fue de 915 hectáreas.


Y con respecto a 2006 fue de 170 hectáreas.


LOS RIOS Y ARROYOS PARA EL DESAGÜE


En el año 2013, debido a los desarrollos inmobiliarios, el río Colacho sufrió abruptos cambios a su cauce.
Las inmobiliarias modificaron, al Sur, el cauce original del río y se le encauzó en canales de 12 y 15 metros de ancho.


Los canales en imágenes satelitales del 2013, se muestran azolvados e, inclusive, con plantas que crecen de manera acelerada.


PLAN DIRECTOR URBANO


En el plan director urbano del ayuntamiento de Acapulco, los regidores aprobaron establecer usos habitacionales en zonas con inundación y/o potencial de inundación.


No tomaron en cuenta las recomendaciones del Centro Naciónal de Prevención de Desastres que señala a la zona Diamante de Acapulco como de alto riesgo de inundaciones y sismos.


Los regidores que autorizaron el cambio de uso de suelo, en la década de los años 1990, y posteriormente, en 1999 la densidad de población, votaron por los cambios sin tener el mínimo conocimiento de los estudios presentados a los gobernadores ni de las recomendaciones del CENAPRED.


— “Votaron por consigna o… codicia.


Ha sido a partir del año 1999 cuando hubo una explosión en la entrega de licencias de construcción.
Ningún presidente municipal, a la fecha, ni su cuerpo de regidores, han reparado ni han tenido la intención de revertir esas decisiones.


CONCLUSIONES


En el último trabajo presentado a un gobernador, se hicieron las siguientes conclusiones:

• Los arroyos que descargan desde El Parque El Veladero ”han sido obstruidos a lo largo de la carretera Cayaco a Puerto Marqués por rellenos de basura o materiales, ”y construcciones; además, se han efectuado invasiones para construir casas habitación o negocios, por lo que se ha rellenado una amplia zona de captación que sirve de amortiguación a la Laguna Negra.
• El cauce natural del Arroyo Colacho ha sido modificado en su recorrido para permitir la construcción de viviendas, lo que ‘ha reducido su capacidad de drenaje.
• Los Desarrollos habitacionales fueron construidos directamente en zonas que tienen historial de inundación o en humedales que fueron rellenados.
• Las edificaciones y calles han creado una superficie impermeable que disminuye la Capacidad de infiltración y aumenta los riesgos de inundación.
• La capacidad de captación y drenaje de la Laguna Negra se ha disminuido en un 15% debido a que sus márgenes fueron rellenados para construir desarrollos habitacionales, y se presentan invasiones por pobladores de Puerto Marques.
• La construcción de casas y restaurantes en Puerto Marqués impide el drenaje natural desde la Laguna Negra y forza el desalojo por Revolcadero, lo que en su caso ocasiona que el flujo hacia mar abierto sea reducido debido a ”las invasiones, y a la demora en la apertura de la barra natural.
• En las condiciones actuales de ocupación del área de escurrimiento de la Laguna Negra y la modificación y bloqueo de cauces hidrológicos, la ocurrencia de inundaciones y destrucción de bienes es inminente ante los efectos esperables del cambio climático. Esto implica que puedan ocurrir fenómenos meteorológicos de mayor intensidad a los ya registrados, y en fechas atípicas.
• El nivel de degradación de las condiciones naturales en las áreas de captación de la Laguna Negra y de los cauces de los ríos Colacho y La Sabana, hace muy difícil una solución definitiva al problema de inundación y destrucción de bienes.
• Sin embargo, se debe pensar en medidas de mitigación y prevención para evitar

Daños materiales y a las personas:

• Entre las acciones de mitigación se puede tener: desazolve, recuperación de cauces hidráulicos, recuperar zonas rellenadas y no habitadas, etcétera. Cabe hacer notar que ampliar o profundizar los cauces no garantiza que se eviten las inundaciones; es necesario asegurar, en lo posible, ”el gradiente hidráulico necesario para que el agua fluya y no provoque inundaciones.
• Las acciones de prevención implican alertar oportunamente a la población y aplicar las medidas que recomienda el CENAPRED o la Dirección de Protección Civil del Estado de Guerrero.
• Y el presupuesto para tales obras fue asignado, por el presidente Ernesto Zedillo. La cifra alcanzaba casi los diez mil millones de pesos.

¿Y EL DINERO PARA FINANCIAR LAS SOLUCIONES?

Esas recomendaciones fueron hechas desde el primer trabajo, entregado en el año 1994.
Por ello, el presidente de México, para el periodo 1994-2000, Ernesto Zedillo Ponce de León, tuvo en sus manos el estudio, con proyecciones a veinte años, relacionado con la zona de humedales inundables en la Zona Diamante de Acapulco.


Destinó una partida de alrededor de 350 mil millones de pesos para llevar a cabo obras de mitigación que evitasen inundaciones en aquella zona. Ese presupuesto fue aprobado para aplicarse en el año 1995.
No se ejerció. ¿Por qué?


Tocaba al gobernador, Rubén Figueroa Alcocer, su aplicación. En 1995 el Congreso Local decidió aceptar su solicitud de licencia a partir de la matanza de Aguas Blancas, ocurrida el 28 de junio de ese año.
Tocó al gobernador suplente aplicar ese presupuesto.


¿Se hizo?


SISIFO


En el corazón de la filosofía existencialista se encuentra una imagen poderosa y desalentadora: la del rey Sísifo, condenado a empujar una roca inmensa cuesta arriba, solo para verla rodar de nuevo hacia abajo, repitiendo esta tarea inútil por toda la eternidad.


En la mitología griega, Sísifo era un rey astuto y desafiante que engañó a los dioses en varias ocasiones. Su astucia y arrogancia finalmente le valieron un castigo eterno impuesto por Zeus: debía empujar una roca gigante hasta la cima de una colina, solo para que la roca rodara de nuevo hacia abajo, forzándolo a comenzar de nuevo, en un ciclo interminable de esfuerzo y fracaso.


ES ACAPULQUEÑO

Mientras el cabildo de Acapulco no revierta el uso de suelo y de la densidad poblacional en aquella región.


Mientras no se investigue dónde quedaron los 350 mil millones para construir obras de mitigación en esa zona inundable.


Mientras la codicia impere por encima de la ética, Acapulco estará condenado a limpiar y construir los efectos de las inundaciones, cada año, cada septiembre y octubre, eternamente.


Acapulco es Sísifo.


Sísifo es Acapulco.

«