Opinión

Peligra inversión federal en Acapulco

La Presidenta Claudia Sheinbaum anuncio inversiones por 8 mmdp

Peligra inversión federal en Acapulco
Juan José Belmonte
enero 20, 2025 2:39 pm

  • La ASF advirtió por irregularidades en el manejo de recursos federales
  • ¿Los tiburones sobrevivirán a la voracidad de la autoridad municipal?

Por Juan José Belmonte Torres

Luego del anuncio hecho por la Presidenta Claudia Sheinbaum sobre la multimillonaria inversión para Acapulco, la percepción ciudadana es de desconfianza. Es costumbre las obras inconclusas, los recursos destinados a campañas políticas o los proyectos con material de deficiente calidad.

Los acapulqueños hemos recibido tantas .promesas que, hasta no ver, no creer. No es la primera vez que un gobierno -del nivel que guste- presenta tremendo proyecto de inversión y queda en eso. Los ejemplos pululan por todo Acapulco.

Los ejemplos:

La introducción de drenaje que dejó una calle abierta y que ya está llena de maleza en los barrios históricos cerca de Petaquillas, los pilotes que sostendrían la última fase de la vía rápida y que conectarían con Ejido, las eternas fugas de agua y su ternísima promesa de que ahora sí se regularizará el servicio, el Maribús, proyecto de hace tres gobernadores e igual con el internet en las playas.

Quienes sí se relamieron los bigotes, los más entusiasmados por la multimillonaria inversión en Acapulco fueron las autoridades municipales. Con la campaña para gobernador de Guerrero en ciernes, sin duda alguna Abelina López Rodríguez buscará lo que se antoja como una hazaña ante el desgranase de su capital político. La inversión es su tabla de salvación. Una muy cara.

En sus mentes resonaba el sonido de la caja registradora mientras el subsecretario de Turismo federal anunciaba más de 800 mdp en 2025 para rehabilitar la infraestructura pública, responsabilidad primaria del municipio.

Inversión de 7,940 millones de pesos para mejorar el sistema de agua potable de Acapulco y fortalecer la infraestructura contra inundaciones. Nada ha podido hacer el municipio más rico de Acapulco para solventar lo mínimo. Mal dejan a la alcaldesa quien pide comprensión a los acapulqueños para que paguen el agua que nunca llega.

Tan sólo en Pie de la Cuesta, incluido recientemente en el programa de “Barrios Mágicos”, los comerciantes venden sus productos sobre la carretera Acapulco- Zihuatanejo ya que el mercado local, remodelado 2020 no se puede utilizar pues su estructura peligra a cinco años de que fue edificado.

Mayor riesgo lleva la creación del Centro Integral para el Programa “Acapulco se Transforma Contigo” pues de acuerdo al anuncio este centro pasará a manos del gobierno municipal y se encargará de generar inversiones para Acapulco… ¡¡Los moches!!

Y sobre la participación de los empresarios Juan Antonio Hernández y Carlos Slim… ¿Se imaginan los cobros por licencias y cuál será el destino de dichos fondos? La alcaldesa Abelina López nunca, nunca anunciará la excención de estos impuestos en apoyo a la inversión nacional y extranjera. Nunca.

Por ello la inversión federal destinada a Acapulco enfrenta un riesgo significativo por diversos factores. El historial de irregularidades es uno de los más graves. Recientemente la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló que el municipio de Acapulco tenía inconsistencias en el manejo de recursos federales destinados a infraestructura y servicios públicos.

No es nuevo, no es un invento. Es una advertencia de la ASF sobre lo que podría suceder a los más de 800 millones de pesos que anunció el gobierno federal para rehabilitar la infraestructura pública y embellecer el puerto. Y eso tan sólo en el 2025.

Sí, la inversión federal destinada a Acapulco enfrenta un riesgo significativo debido a la corrupción existente en el gobierno municipal, que históricamente ha sido señalada por prácticas de desvío de recursos y manejo opaco de fondos públicos. Este peligro puede afectar tanto la ejecución como los resultados de los proyectos planificados.

Factores que aumentan el riesgo

Además de los históricos señalamientos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por inconsistencias en el manejo de recursos federales destinados a infraestructura y servicios públicos, hay otros factores que ponen a dudar a cualquiera.

Primero el débil control interno. La capacidad administrativa del gobierno municipal cuenta con débiles procesos internos de supervisión, sobre todo en tareas claves en donde se colocan incondicionales por nexos familiares (las cosas como son), cercanía con el gobernante en turno o pago de cuotas políticas.

Aunado a lo anterior, están las redes de corrupción internas en las cuales funcionarios municipales han favorecido a empresas fantasmas, otorgado contratos sin licitar o de manera irregular.

Ojo con esto: Aprovechando y argumentando una situación de emergencia, como los desastres que vivimos en los huracanes Otis o John, se eludieron licitaciones o controles de transparencia y así poder asignar recursos rápidamente.

Los riesgos abarcan una enorme lista. En 2015 cuando el gobierno federal reportó como terminado el proyecto para remodelar el primer cuadro de la ciudad, el Gobierno en turno se negó a firmar de recibido. Fue hasta la administración de Evodio Velázquez que con obras pendientes se firmó como terminado.

Diez años después al caminar sobre calle de La Quebrada, justo en la cuadra atrás de Catedral, es posible ver enormes banquetas sin el adoquínado o las áreas verdes que se colocarían ahí, en algunos tramos ya se opta por estacionar vehículos o colocar puestos de comerciantes ambulantes. Por cierto, es la misma titular de Desarrollo Urbano de Abelina López Rodriguez.

¿Tiene solución el mal manejo de recursos públicos?

El riesgo de un mal manejo de los recursos públicos federales se puede nulificar con tres propuestas básicas:

Cuando el huracán Gilberto, se integró una Asociación Civil quien tomó control de los recursos públicos. Un órgano ciudadano compuesto por líderes empresariales, hoteleros y prestadores de servicios turísticos permitiría que los recursos se aplicaran efectivamente.

La supervisión directa del gobierno federal también sería fundamental. El viernes pasado en conferencia de prensa, la Presidenta Claudia Sheinbaum informo que el subsecretario de Turismo federal, Sebastián Ramírez Mendoza prácticamente viviría en Acapulco.

Es en este momento que la Auditoría Superior del Estado y principalmente la ASF, así como otras instancias federales incrementen la frecuencia y el alcance de las auditorías e incluso suplir en puestos claves a funcionarios municipales.

La inversión federal para Acapulco está en riesgo si no se implementan medidas estrictas de supervisión y transparencia. El historial de corrupción en el gobierno municipal refuerza la necesidad de que estas inversiones se administren con controles externos robustos y participación ciudadana activa para garantizar que realmente beneficien a la población. Nosotros tenemos la respuesta.

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