Buenos Aires, 2 de febrero de 2023.- Tras una votación unánime, tres jueces declararon a Magdalena Espósito Valenti, de 25 años, y a Abigail Pérez culpables del asesinato de Lucio Dupuy, un niño de cinco años de Santa Rosa, en la provincia argentina de La Pampa.
Valenti, madre del menor, fue acusada de homicidio, con los tres agravantes de ser su madre, crueldad y alevosía, aunque fue absuelta de los cargos de abuso sexual, por el beneficio de la duda.
Páez, pareja de la madre, fue acusada también de homicidio, y de abusar sexualmente del niño.
Se espera que las sentencias se den a conocer el 13 de febrero; aunque ambas pidieron no estar presentes en la lectura.
“No hay nada que celebrar”, dijo Ramón Dupuy, abuelo de Lucio, en una entrevista tras el veredicto.
“No nos devuelve a Lucio, tenemos que luchar por los derechos de los niños”, añadió.
El juicio concluyó tras 18 días de vistas, en las que decenas de testigos expusieron que los abusos contra Lucio se habían prolongado durante mucho tiempo.
Los vecinos dijeron haber oído a la pareja conspirar para hacerle daño al menor, mientras que las madres de los amigos de Lucio declararon que no le daban de comer ni le cuidaban.
Según los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora, la violencia que terminó con la vida de Lucio se incrementó en los meses previos a su asesinato.
“Se evidenciaba la irritación que el chico les provocaba, lo que representaba un riesgo de dañar su relación”, apuntaron los jueces.
Ambas lo mataron la noche del 26 de noviembre de 2021. La autopsia determinó que Lucio murió de una hemorragia interna causada por una severa golpiza. Además, su cuerpo presentaba quemaduras y mordeduras.
“Me critican a mí, pero no al padre de Lucio”, dijo Espósito Valenti durante sus últimas declaraciones ante el tribunal.
Pérez, por su parte, pidió disculpas a su familia y dijo que tenía lagunas en la memoria y que estaba muy traumatizada por los hechos.
El padre de Lucio, Cristian Dupuy se separó de la madre e iniciaron una disputa por la custodia de Lucas en 2020.
El niño había estado viviendo bajo el cuidado de sus tíos porque sus padres no podían mantenerlo, pero finalmente Espósito y Páez obtuvieron su custodia en noviembre de ese año.
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