Carlos Ortiz

Acapulco fue tendencia en las redes sociales por las declaraciones hechas por la alcaldesa Abelina López Rodríguez sobre la relación de la violencia y “la” calor.

Según lo dicho por la alcaldesa, las altas temperaturas o el calor sí inciden en que los individuos tengan conductas violentas.

Lo dicho textual en una entrevista hecha mientras daban la bienvenida al crucero MS Seven Seas Explorer en Acapulco, fue:

“Pero tienen que ver muchos factores, nosotros tenemos alrededor del 16.12% de pobreza extrema, que también puede ser un factor para la violencia, el tema de género también puede ser un factor para la violencia, la falta de empleo también puede ser un factor, el mismo, la calor también puede ser un factor para la violencia, una mala alimentación, cuando uno trae una mala alimentación, por ejemplo, si comes más carbohidratos…”

Abelina López Rodríguez

Y fue cortada por su equipo para evitar que ahondara en el tema que, seguramente intuían, daría de qué hablar.

Así fue. La alcaldesa se convirtió en tendencia por sus dichos. Incluso más tarde, en un comunicado, argumentó que el sustento de sus dichos era basado en un “documental” de la BBC.

Por eso… ¿si hace calor soy propenso a ser violento?

A la par de sus declaraciones que hicieron eco en toda la internet, muchas opiniones se encontraron sobre este tema en el cual, efectivamente, hay muchos estudios que ahondan sobre ello.

Antes de recurrir a los estudios, el sentido común podría indicar que: probablemente sí.

Tan sólo imagina: es una mañana tranquila de verano en Acapulco y tan solo a las 8 de la mañana, el termómetro ya roza los 29 y 30 grados. No tienes agua de la llave y tampoco aire acondicionado, el ventilador solo lanza más aire caliente… peor cuando recuerdas los pendientes que debes sacar de tu trabajo o en el hogar.

Hasta ahí, probablemente seas más susceptible a ser arisco y estar más irritado de lo normal, ergo, se está más propenso a iniciar o caer en algún conflicto.

De acuerdo con un estudio presentado en la revista Explore, en el 2017, señala que los jugadores de béisbol son más propensos a lanzar una pelota arteramente contra un rival cuando la temperatura aumenta.

Cuando un jugador lanza una pelota contra un rival para agredirlo, muy probablemente el rival hará lo mismo en un acto de “justicia” deportiva… y de acuerdo con la investigación, estos actos suceden más cuando hay altas temperaturas.

Otro informe realizado en el 2019 buscó encontrar la relación entre las altas temperaturas con los crímenes cometidos en la ciudad de Los Ángeles, California.

De acuerdo con estos datos, los crímenes sí aumentaron ese año un 5.7% cuando la temperatura oscilaba o era superior a los 29ºC.

Otro estudio más apegado a nuestra realidad fue presentado en el 2018 por los investigadores François Cohen y Fidel González, con la teoría que el calor, afectaba negativamente en la psicología humana.

El estudio utilizó registros de delitos diarios para México sobre acusaciones y personas procesadas en los Juzgados de Primera Instancia, entre los años 1997 a 2012 y datos diarios de temperatura y lluvia del Servicio Meteorológico Nacional de México.

Los resultados mostrados indicaron que un aumento de 1°C aumenta linealmente la tasa de acusación de todo tipo de delitos en un 1,3%.

Con estos tres estudios se podría inferir que, efectivamente, el calor nos hace agresivos y violentos… pero no por ello deberíamos cancelar los partidos de los Pumas a mediodía en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria o la asistencia a un parque o la playa un domingo a medio día.

Si bien es cierto que el calor afecta negativamente a la psiquis humana, lo mismo pasa con el frío. 

Un estudio en el año 2019 en Rusia indicaba que las bajas temperaturas también afectaban negativamente en las personas, aumentando los niveles de violencia en comparación con los días de verano y otoño.

¿Ya no podrás jugar fútbol los domingos?

Sí, a menos que el calor sea verdaderamente insoportable y ponga en riesgo tu salud.

En un artículo publicado en Psychology Today, el psicólogo Frank T. McAndrew argumenta que es la incomodidad física la que nos lleva a estar más violentos y tener más pensamientos negativos.

Las condiciones climáticas sí afectan directamente nuestro humor, pues nos provocan estrés, irritabilidad y hasta dolores físicos. Pero esto no es sólo por la temperatura.

Hay otros factores que van de la mano a las altas o bajas temperaturas, como la calidad del sueño, el consumo de alcohol u otros enervantes, los problemas personales.

El simple hecho de que haga calor o mucho frío, no nos convierte en homicidas en potencia.

Los altos índices de violencia por narcotráfico, poco o nada tienen que ver con la temperatura que haya en Acapulco.

Lo que sí es un hecho, es que la falta de oportunidades, crecer en un entorno hostil y la normalización de la violencia, así como la decadente educación pública y privada, y la impunidad de los crímenes que se cometen, sí son factores que alimentan a esta situación que está por cumplir dos décadas en nuestro día a día.

Pero no, un día caluroso solamente nos pondrá más irritados de lo normal y podríamos discutir por cualquier pequeñez, mas no cometer un homicidio doloso.

La violencia a escala menor, que puede ser un malentendido y hasta una discusión por opiniones encontradas, no son similares ni los asaltos o robos de vehículo… y mucho menos a los homicidios cometidos en la ciudad.