El piloto mexicano Sergio Pérez enfrentó desafíos en el Gran Premio de Australia, donde logró únicamente un quinto lugar tras un complicado desempeño en el circuito de Albert Park.

Pérez señaló que las condiciones de la pista y el asfalto afectaron el rendimiento general de su coche, el RB20, dejándolo rezagado frente a los equipos de Ferrari y McLaren.

“Nos ha costado muchísimo, especialmente en carrera, donde los otros dos equipos fueron superiores a nosotros“, expresó Pérez.

A pesar de una estrategia que no dio los resultados esperados y cambios de neumáticos que no mejoraron la situación, el piloto mexicano no logró encontrar el ritmo deseado durante todo el fin de semana.

Pérez mostró autocrítica al señalar que esta situación es una llamada de atención sobre posibles debilidades del RB20 en circuitos similares, como el próximo en Las Vegas, destacando la competencia reñida que se espera durante el año.

En cuanto a la penalización que recibió por una acción en la clasificación, Pérez admitió su culpa y expresó su deseo de que las reglas de calificación se mantengan con la misma exigencia para todos los competidores a lo largo del campeonato.

Por otro lado, Max Verstappen, quien lideraba la carrera antes de retirarse prematuramente debido a una falla en el neumático trasero derecho que derivó en problemas en los frenos y un incendio en su auto, manifestó su confianza en una mejora para las próximas carreras.

“Vamos a volver mejor, pero esto pone las cosas más interesantes ahora“, comentó Verstappen, refiriéndose a la estrecha diferencia de puntos en el campeonato mundial con Charles Leclerc y Sergio Pérez.