Ciudad Juárez, 21 de septiembre de 2024.- Durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, más de 13 millones de migrantes han cruzado la frontera entre México y Estados Unidos, consolidando puntos críticos como Ciudad Juárez y El Paso, Texas, como epicentros del flujo migratorio.

Esta cifra la confirmó Héctor Martínez Castuera, director general de Coordinación de Oficinas de Representación del Instituto Nacional de Migración (INM), quien destacó la magnitud del fenómeno entre diciembre de 2018 y septiembre de 2024.

Migrantes de Centroamérica, Suramérica y el Caribe han convergido en la frontera norte de México, con la esperanza de ingresar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Ciudad Juárez, una ciudad fronteriza con El Paso, representa uno de los corredores migratorios más activos, donde miles de personas se encuentran varadas en albergues o campamentos improvisados, enfrentando duras condiciones mientras esperan cruzar el Río Bravo.

Ningún país está preparado para gestionar ola de migrantes

Guillermo Asian, vocero del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec), subrayó la incapacidad global para gestionar esta ola migratoria: “Yo creo que ninguna frontera está preparada para 5 millones de personas, ni la de México, ni la de EE.UU., ni la de Colombia… el mundo no está listo para la ola migrante”.

A pesar de los esfuerzos conjuntos entre México y Estados Unidos para intensificar operativos de vigilancia y deportación, el flujo migratorio no ha disminuido. En los últimos meses, El Paso ha visto un aumento significativo en el número de personas intentando cruzar, lo que ha agudizado la crisis humanitaria en la región.

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Incidentes de violencia, explotación y condiciones precarias en albergues de Ciudad Juárez han empeorado la situación, incluyendo el trágico incendio en una estación migratoria que cobró la vida de 40 migrantes hace más de un año.

Estefanía Karina, una migrante de Guatemala, explicó que decidió cruzar México hacia EE.UU. en busca de seguridad para su hija. “Yo lo hice por proteger a mi hija, solo por eso”, comentó. Yanela, de Perú, narró las dificultades de su viaje, incluyendo un accidente en el que un compañero perdió una pierna al caer de un vagón de tren.

Este fenómeno migratorio no solo refleja la magnitud del problema en la frontera Juárez-El Paso, sino también la complejidad de la crisis migratoria que recorre los más de 3,000 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos, donde millones de personas intentan escapar de la violencia o mejorar su situación económica.