Ciudad de México, 11 de septiembre de 2023.- Miguel Hidalgo, conocido como el “Padre de la Patria”, jugó un papel crucial en el movimiento de Independencia de México. Con un destacado perfil académico, lideró el inicio de la revolución, resultando en una conmoción social sin precedentes.

Aquí te presentamos una semblanza de Hidalgo, cuyo legado aún resuena en la historia y cultura de México, siendo recordado con homenajes y reconocimientos.

Un pionero de la lucha por la independencia

Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor nació el 8 de mayo de 1753. Es ampliamente conocido como el “Padre de la Patria”, y fue el principal iniciador del movimiento social revolucionario que dio pie a la formación del Estado Mexicano.

Hidalgo destacó como una de las principales figuras en la historia de los movimientos independentistas de América. Era un sacerdote y teólogo influenciado por corrientes renovadoras del pensamiento católico del siglo XVIII, pero también lideró un vasto levantamiento popular.

Una vida dedicada al estudio y a la academia

Desde el seminario, Hidalgo demostró su brillantez académica. Obtuvo un título en teología de la Universidad de México, dominó múltiples idiomas y se familiarizó con diversos autores clásicos y de la Ilustración. Sus colegas lo apodaron “El Zorro” debido a su agudeza y dominio en teología moral.

Su prestigio alcanzó tal punto que José María Morelos confesó haberse unido a la revolución en parte debido al respeto hacia Hidalgo. Se sabe que tenía una predilección por la literatura francesa y su residencia solía ser denominada “la Francia chiquita”.

Durante el siglo XVIII, el gobierno cambió radicalmente. Las reformas implementadas limitaron la autonomía de diversas instituciones, generando inconformidades y tensiones que serían un caldo de cultivo para el inicio de la independencia.

Hacia el inicio de la revolución

A raíz de los acontecimientos políticos de la época, grupos descontentos comenzaron a conspirar en distintas ciudades. En Querétaro, junto a otros líderes, Hidalgo planificó un levantamiento armado, cuyo inicio estaba programado para diciembre de 1810. Sin embargo, la conspiración fue descubierta y las autoridades emitieron órdenes de aprehensión.

El 16 de septiembre de 1810, con el Grito de Dolores, Hidalgo convocó a la sublevación, dando inicio al movimiento revolucionario de Independencia. Durante las siguientes semanas, miles de hombres se unirían a sus filas, consolidando un ejército considerable.

El 17 de octubre, en Valladolid, Hidalgo emitió el histórico decreto de abolición de la esclavitud. Poco después, en Guadalajara, hizo un llamado a la unión y propuso la creación de un Congreso con representantes de todas las ciudades.

Sin embargo, el 17 de enero de 1811, después de una batalla que duró seis horas, las fuerzas insurgentes sufrieron una derrota devastadora. Posteriormente, Hidalgo fue despojado del mando militar.

Finalmente, el 19 de marzo, Hidalgo y otros líderes fueron capturados en una emboscada. Tras ser sometido a juicio, la figura emblemática del movimiento independentista encontró su fin, pero su legado perdura en la historia de México.