Ciudad de México, 30 de enero de 2023.- La premisa de la nueva serie de televisión basada en el videojuego The Last of Us es que el aumento de las temperaturas provocado por el cambio climático, permite que un hongo se apodere del mundo y convierta a los humanos en zombis controlados por parásitos.

Pero aunque a los científicos no les preocupa que los hongos evolucionen hasta convertir a la gente en zombis, el aumento de las temperaturas sí supone un riesgo real de empeorar las infecciones fúngicas.

El creador de The Last of Us, Neil Druckmann, se inspiró en un vídeo de la naturaleza que mostraba al hongo, Ophiocordyceps unilateralis, infectando a una hormiga bala.

Los cordyceps son una amplia categoría de parásitos de insectos, pero sólo los ophiocordyceps controlan el organismo de su huésped.

Se sabe que unos 35 de estos hongos ophiocordyceps convierten a los insectos en zombis, pero podrían existir hasta 600 si se toma en cuenta los que no han sido descubiertos y descritos aún por la ciencia.

Los científicos creen que el parásito toma el control físico de su huésped cultivando células fúngicas alrededor del cerebro que secuestran el sistema nervioso del insecto para controlar sus músculos.

Afortunadamente, el Cordyceps no puede infectar a los humanos hoy en día y es muy poco probable que lo haga alguna vez.

A diferencia de los insectos, los mamíferos tenemos sangre caliente, lo que impide que el hongo se apodere de nosotros.

Sin embargo, hay hongos que infectan y matan regularmente a los humanos, y los científicos están cada vez más preocupados por ellos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de una “creciente amenaza fúngica” y ha publicado recientemente su primera lista de “patógenos prioritarios” fúngicos, una lista de los 19 hongos que, en su opinión, representan una amenaza seria para la salud humana