El Parque Nacional de Yellowstone confirmó a mediados de noviembre la presencia de la Enfermedad de Desgaste Crónico (CWD) en un ciervo bura adulto, desatando temores de su posible transmisión a humanos.

Las declaraciones de Cory Anderson, miembro del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas, y Thomas Roffe, exjefe del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, avivaron la preocupación.

A pesar de no haberse registrado casos de CWD en humanos, los expertos advierten que esto no excluye la posibilidad de contagio.

La CWD, también conocida como “enfermedad del ciervo zombi,” presenta síntomas alarmantes como babeo, letargo, demacración, pérdida del equilibrio y ojos en blanco, siendo causada por priones, agentes patógenos vinculados a la encefalopatía espongiforme bovina.

Refiriéndose al brote de EEB en Gran Bretaña en los 80, Anderson subrayó la importancia de prepararse ante la posibilidad de una propagación similar, destacando la falta de conocimiento sobre tratamiento y contagio de la enfermedad.

“Estamos lidiando con una enfermedad que es invariablemente mortal, incurable y altamente contagiosa,” aseguró Roffe para The Guardian.

Los especialistas señalan que la CWD se propaga a través del contacto con fluidos y tejidos contaminados, incluyendo agua potable y alimentos, con un período de incubación de más de doce meses.

La enfermedad, resistente a desinfectantes y otros procesos de saneamiento, presenta un riesgo potencial para algunos primates no humanos, según algunas investigaciones citadas por The New York Post.

Aunque la probabilidad de infección en humanos parece remota, la CWD ha proliferado en diversas regiones, incluyendo Noruega, Finlandia, Suecia y Corea del Sur.

La Alianza para la Vida Silvestre Pública de Estados Unidos estima que entre 7 mil y 15 mil animales se han infectado con CWD, planteando preocupaciones sobre la ingestión involuntaria por parte de humanos.

Las agencias estadounidenses han intensificado medidas para prevenir la propagación de la enfermedad entre ciervos, búfalos y venados, mientras persiste la incertidumbre sobre los riesgos reales que la Enfermedad del Ciervo Zombie pueda representar para la salud humana.