Orlando, 18 de septiembre del 2024.- Tupperware Brands, la icónica empresa que transformó el almacenamiento de alimentos, anunció su solicitud de protección por bancarrota, aunque seguirá operando mientras busca la aprobación judicial para una posible venta. Este movimiento llega en un intento por revitalizar un negocio que, a pesar de repuntar durante la pandemia, ha registrado un declive constante en sus ventas desde 2018 debido al aumento de la competencia y cambios en el comportamiento del consumidor.

La compañía, famosa por sus productos de plástico y las legendarias “fiestas Tupperware”, enfrenta dificultades financieras que se han acumulado en los últimos años. Las acciones de la empresa se desplomaron en 2023, perdiendo el 75% de su valor y cerrando este martes en solo 50 centavos de dólar.

Historia de éxito y declive

Fundada en 1946, Tupperware tuvo un crecimiento espectacular a mediados del siglo XX, especialmente con la introducción de sus “fiestas Tupperware” en 1948. Estos eventos permitieron que muchas mujeres dirigieran sus propios negocios desde casa, vendiendo los populares recipientes en sus comunidades. Este modelo fue tan exitoso que en 1951 la empresa retiró sus productos de las tiendas y se centró exclusivamente en su red de ventas directas.

Sin embargo, los cambios en la sociedad y la competencia en el mercado moderno han mermado las ventas de la firma. El auge de las comidas rápidas, la entrega de comida a domicilio y el incremento en el uso de envases desechables contribuyeron a la disminución de la demanda de los productos de Tupperware. Además, la expansión del comercio electrónico también desplazó parte de su modelo de ventas.

Problemas financieros y búsqueda de protección

A lo largo de los últimos años, Tupperware ha enfrentado crecientes problemas financieros. En 2022, la empresa buscó financiamiento adicional y advirtió a sus inversores sobre la posibilidad de ser excluida de la bolsa de Nueva York. A mediados de agosto de 2023, la firma reconoció que seguía teniendo problemas significativos de liquidez y expresó dudas sobre su capacidad para continuar operando.

Laurie Ann Goldman, presidenta ejecutiva de Tupperware, señaló que, tras explorar diversas alternativas estratégicas, solicitar la protección conforme al capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos fue la mejor opción. La empresa espera que esta medida le brinde la flexibilidad necesaria para una transformación tecnológica que permita salvar su negocio.

Con décadas de historia, Tupperware buscará ahora adaptarse a un entorno competitivo cada vez más desafiante, mientras trabaja por recuperar su antigua gloria en el mercado de almacenamiento de alimentos.