Descubren enzima que degrada plástico en tiempo récord
Berlín, 18 de mayo de 2022.- Científicos de la Universidad de Leipzig han descubierto ahora una enzima muy eficaz que degrada el plástico tipo PET en un tiempo récord. La enzima PHL7, que los investigadores encontraron en un montón de compost en Leipzig, podría hacer posible el reciclaje biológico del PET mucho más rápido de […]
Berlín, 18 de mayo de 2022.- Científicos de la Universidad de Leipzig han descubierto ahora una enzima muy eficaz que degrada el plástico tipo PET en un tiempo récord.
La enzima PHL7, que los investigadores encontraron en un montón de compost en Leipzig, podría hacer posible el reciclaje biológico del PET mucho más rápido de lo que se pensaba.
Los resultados se han publicado en la revista científica ChemSusChem y se han seleccionado como tema de portada.
Las bacterias utilizan las enzimas en la naturaleza para descomponer partes de las plantas.
Desde hace tiempo se sabe que algunas enzimas, las llamadas hidrolasas que rompen el poliéster, también pueden degradar el PET.
Los investigadores del Instituto de Química Analítica encontraron y estudiaron siete enzimas diferentes. La séptima candidata, llamada PHL7, obtuvo resultados en el laboratorio muy superiores a la media.
En los experimentos, los investigadores añadieron PET a contenedores con una solución acuosa que contenía PHL7 o LCC, el anterior líder en descomposición de PET.
A continuación, midieron la cantidad de plástico que se degradaba en un periodo de tiempo determinado y compararon los valores entre sí.
Een 16 horas, PHL7 hizo que el PET se descompusiera en un 90%; en el mismo tiempo, LCC consiguió una degradación de sólo el 45%.
“Así que nuestra enzima es dos veces más activa que el estándar de oro entre las hidrolasas que rompen el poliéster”, explicó Christian Sonnendecker, investigador de la Universidad de Leipzig,.
Por ejemplo, la PHL7 descompuso una cesta de plástico usada para vender uvas en los supermercados en menos de 24 horas.
El reciclaje biológico del PET presenta algunas ventajas en comparación con los métodos de reciclaje convencionales, que se basan principalmente en procesos térmicos en los que los residuos de plástico se funden a altas temperaturas.
Estos procesos consumen mucha energía y la calidad del plástico disminuye con cada ciclo de reciclaje. Las enzimas, en cambio, sólo necesitan un entorno acuoso y una temperatura de entre 65 y 70 grados centígrados para funcionar.
Otra ventaja es que descomponen el PET en sus componentes, ácido tereftálico y etilenglicol, que pueden reutilizarse para producir nuevo PET, lo que da lugar a un ciclo cerrado.
Hasta ahora, sin embargo, el reciclaje biológico del PET sólo se ha probado en una planta piloto en Francia.