Acapulco

Hasta siempre: Fallece a los 80 años el párroco Pedro Rumbo Alejandri

En redes sociales, los acapulqueños que lo conocieron lamentaron el sensible fallecimiento del sacerdote

Hasta siempre: Fallece a los 80 años el párroco Pedro Rumbo Alejandri
Adriana Olea
abril 22, 2024 11:59 pm

Acapulco, Gro., 22 de abril del 2024.- Este lunes 22 de abril, la comunidad católica de Acapulco sufrió una lamentable pérdida, pues se dio a conocer el fallecimiento del párroco Pedro Rumbo Alejandri, conocido y querido sacerdote guerrerense.

Rumbo Alejandro perdió la vida a los 80 años de edad, en el Hospital General del IMSS “Vicente Guerrero”, en Acapulco, a consecuencia de complicaciones derivadas de una cirugía a la que se sometió.

De sus 80 años de edad, los dedicó al servicio ministerial como presbítero y 11 de ellos los vivió como párroco en la colonia Progreso, donde se ganó el cariño de los feligreses.

Asimismo, cabe señalar que para la familia Rumbo, la pérdida del sacerdote no fue la única a lamentar, ya que al hermano mayor de Pedro, Jaime, lo estaban velando en una funeraria ne el centro de la ciudad. Ambos estuvieron internados en el mismo hospital.

A través de su blog personal, el presbítero Juan Carlos Flores Rivas, dedicó un mensaje a Pedro Rumbo Alejandri, para darle el último adiós.

“Héroe de mil batallas, muy cercano y de mucha confianza de los señores obispos en cada momento, se le confiaron la resolución de grandes conflictos, tanto eclesiales como sociales, en la diócesis de Acapulco, como en la diócesis de Ciudad Altamirano. Incansable, siempre afable, muy atento y de grande vida espiritual. Siervo bueno y fiel, entra a tomar parte de la Pascua con tu Señor”

Juan Carlos Flores Rivas

¿Quién fue Pedro Rumbo Alejandri?

Pedro Rumbo Alejandri nació el 14 de diciembre de 1943 en Tetitlán, Guerrero. Hijo de Anastasio Rumbo Lacunza y Tomasa Alejandri Molina, el noveno de diez hermanos.

Su camino espiritual comenzó pronto. A los pocos meses de nacer, el 2 de abril de 1944, recibió el Sacramento del Bautismo en la Parroquia de San Bartolomé Apóstol, Tecpan de Galeana, Gro., de manos del Presbítero Alberto Vivanco.

El 10 de noviembre de 1951, en la Parroquia del Sagrario-Catedral de Santa María de la Asunción, en Chilapa, Gro., recibió el Sacramento de la Confirmación de Monseñor Leopoldo Díaz Escudero, Obispo de Chilapa, siendo su padrino el Presbítero Justino Salmerón. Fue también el día en que recibió la Primera Comunión.

Su educación primaria la realizó en el Colegio-Internado Morelos, en Chilapa, Gro., de 1950 a 1957.

En 1960, residió en Acapulco, Gro., en la Colonia Hogar Moderno, sobre la calzada Pie de la Cuesta. Fue durante este tiempo que su vocación al presbiterado germinó, influenciada por el Señor Cura de San Antonio de Padua, Don Guillermo Olmedo Jaimes.

En octubre de 1957, ingresó al Seminario de la Inmaculada Concepción en Chilapa, Gro., siendo admitido por el Presbítero Pedro Iturralde.

Continuó sus estudios en el Seminario del Buen Pastor de Acapulco el 2 de septiembre de 1960, donde inició sus estudios de Latín. Posteriormente, continuó en el Seminario de la Inmaculada Concepción en Chilapa, Gro.

En su búsqueda de conocimiento, se trasladó al Seminario de Guadalajara para estudiar quinto año de Latín y el trienio de Filosofía de 1962 a 1965.

Luego, el 2 de septiembre de 1966, pasó al Pontificio Seminario de Nuestra Señora de Guadalupe en Montezuma, Nuevo México, para estudiar Teología.

El 27 de octubre de 1968, fue admitido a las Órdenes Menores, y en diciembre de ese mismo año, el Eminentísimo Señor Cardenal Don José Garibi Rivera, Arzobispo de Guadalajara, le concedió el Subdiaconado.

En junio de 1969, fue admitido al Diaconado y al Presbiterado en el Seminario de Montezuma, Nuevo México.

Finalmente, el 10 de julio de 1970, en el Templo Parroquial de San Bartolomé Apóstol en Tecpan de Galeana, Gro., recibió la Ordenación Presbiteral de manos de Monseñor José Pilar Quezada Valdés, Obispo de Acapulco.

Celebró su primera Eucaristía el 15 de julio de 1970 en el Templo Parroquial de San Antonio de Padua en la Colonia Hogar Moderno. Desde ese día, su vida estaría dedicada al servicio de Dios y de su comunidad.

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