La violencia en el país afecta nuestra capacidad de reconocer la agresividad: UNAM

Ciudad de México; 3 de junio.- En una charla titulada “Violencia: ¿Biológica o social?”, el profesor Jaime Eduardo Calixto González de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que el exceso de violencia que nos rodea en México, tiene un impacto negativo en nuestra capacidad para reconocer y gestionar los niveles de agresividad, lo que contribuye al ciclo de violencia en el país.

Calixto González destacó que vivir en un entorno violento puede llevar a la normalización de la violencia en nuestro cerebro, e incluso generar adicción a las acciones violentas.

Sin embargo, esta situación ha prevalecido en México durante las últimas décadas, con un aumento de la violencia en el hogar y en la escuela.

El académico subrayó que las experiencias violentas en la infancia pueden tener un impacto duradero en la vida adulta, ya que tendemos a repetir patrones de violencia que hemos experimentado.

Además, señaló que el ambiente social también influye en los niveles de agresividad, ya que cuando se nos priva de cosas que nos hacen felices, como los beneficios sociales, es más probable que surja la ira.

Un dato preocupante que reveló el experto es que, en ambientes como el actual en nuestro país, muchas personas tienen dificultades para distinguir su propia violencia y la de los demás.

Según estudios, aproximadamente el 1.2% de la población mundial padece alexitimia, una condición que dificulta el reconocimiento y comprensión de las emociones propias y ajenas.

Calixto González mencionó que el cerebro tarda alrededor de 500 milisegundos en evaluar las expresiones faciales de otras personas y determinar si están enojadas, alegres o desconcertadas.

Esta capacidad se desarrolla entre los 7 y los 14 años, y se estima que el 89% de la población mundial arrastra problemas relacionados con esa etapa de la vida.

¿Cómo reducir la violencia en el hogar y en el país?

Para reducir la violencia en el hogar y en el país, los expertos enfatizaron la importancia de cuidar la salud mental. Identificar los patrones de lenguaje y actitudes violentas en nosotros mismos y en nuestro entorno puede llevarnos a ser más conscientes de la necesidad de cambiarlos.

Además, recalcaron que muchas veces se copia la violencia porque se percibe algún beneficio a cambio.

Ángel Figueroa Perea, de Divulgación de las Humanidades, resaltó que el cerebro es un órgano poderoso y vulnerable, y que los seres humanos toman alrededor de dos mil 160 decisiones al día. Por tanto, es fundamental cuidarlo de los posibles daños y trabajar en el ámbito de la salud mental.

Los expertos subrayaron la importancia de aprender a identificar las situaciones que podemos controlar y las que no.

Si bien experimentar enojo no es necesariamente algo malo, ejercer violencia sí lo es. Respecto al estrés, indicaron que solo debe presentarse durante un máximo de 90 minutos; sobrepasar ese límite puede ser problemático.

Finalmente, Calixto y Figueroa coincidieron en que el control de la violencia no solo está influenciado por factores biológicos, sino también por aspectos sociales.

Ellos, proponen que es necesario desactivar los detonadores de la ira para construir una sociedad más pacífica e invitan a aquellos que no pueden controlar su violencia a buscar ayuda profesional.