Acapulco, Gro., 02 de diciembre del 2024.- Alrededor de cien migrantes, incluidos hombres, mujeres y menores de edad, se encuentran varados en el puerto de Acapulco a la espera de un permiso migratorio que les permita trabajar temporalmente en esta ciudad antes de continuar su camino hacia los Estados Unidos, donde buscan cumplir el sueño americano.

Estos migrantes, originarios de Honduras, El Salvador y Guatemala, llegaron al puerto tras ser trasladados en autobuses desde Juchitán, Oaxaca, por personal del Instituto Nacional de Migración (INM). Fueron abandonados en la plazoleta España, cerca de playa Icacos y del deteriorado centro acuático El Rollo, en la costera Miguel Alemán.

Condiciones precarias y falta de respuesta

Steve Mejía, migrante hondureño y mecánico de oficio, denunció que desde su llegada no han recibido apoyo ni respuesta por parte de las autoridades migratorias, a pesar de que han acudido a las oficinas cercanas.

En declaraciones para El Sol de Acapulco, el migrante señaló que la falta de recursos económicos y de permisos les impide trabajar, comprar alimentos para sus hijos y avanzar hacia su destino.

Las familias pernoctan en condiciones extremadamente precarias. Algunos duermen sobre el concreto en pequeñas casas de campaña, mientras que otros solo cuentan con sábanas o descansan directamente sobre la arena de la playa. Las condiciones sanitarias son nulas, ya que no cuentan con baños ni instalaciones adecuadas, lo que agrava su situación.

Entre los migrantes se encuentran unos 20 menores de edad, quienes también padecen la falta de recursos y medidas sanitarias.

Además, los migrantes han denunciado abusos por parte de algunos prestadores de servicios turísticos, quienes les cobran diez pesos por el uso de sanitarios y veinte pesos por acceder a regaderas.