Acapulco, Gro., 25 de octubre del 2024.- Durante décadas, en Acapulco persistió una creencia popular: “Los cerros que rodean la ciudad la protegen de los huracanes”.

Esta leyenda urbana se mantuvo hasta la tarde del 9 de octubre de 1997, cuando el huracán Paulina llegó para desmontar el mito. Tras rodear la ciudad por la parte trasera, Paulina provocó intensas lluvias que causaron graves daños en el puerto.

La tormenta dejó un saldo de 207 personas fallecidas, 52 mil viviendas destruidas y pérdidas materiales millonarias. La reconstrucción, que incluyó aportaciones federales y privadas, fue compleja y dejó cicatrices visibles en las zonas afectadas.

Sin embargo, los efectos de Paulina no fueron los únicos desastres que marcaron al puerto.

Ingrid y Manuel

En septiembre de 2013, los huracanes Ingrid y Manuel causaron lluvias torrenciales que afectaron a gran parte del país, pero con especial fuerza en Guerrero. El Plan Nuevo Guerrero destinó 30 mil millones de pesos para la reconstrucción de infraestructuras dañadas, como la Autopista del Sol y otras carreteras. Las pérdidas incluyeron 157 víctimas mortales y la evacuación de 40 mil turistas varados.

Huracán Otis: El gigante devastador

El huracán Otis, en octubre de 2023, marcó un nuevo punto crítico en la historia de los desastres naturales en Acapulco.

Después de estacionarse frente a la costa y alcanzar la categoría 5 con vientos de hasta 360 kilómetros por hora, golpeó la ciudad con una fuerza destructiva sin precedentes.

El saldo fue devastador: 50 muertos, 30 desaparecidos y 16 mil millones de dólares en pérdidas, según estimaciones internacionales. La cifra oficial de víctimas incluyó a trabajadores del mar desaparecidos, cuyos cuerpos no han sido recuperados.

El gobierno federal destinó 30 mil millones de pesos para atender la emergencia. Los fondos se distribuyeron en la reconstrucción de viviendas, limpieza de escombros y restauración parcial de infraestructura urbana.

A pesar de los esfuerzos, el proceso de recuperación ha sido lento, con inversiones insuficientes para restaurar completamente el sector turístico y comercial. Los daños afectaron principalmente a las colonias Zapata y Ciudad Renacimiento, donde miles de hogares resultaron inundados, así como en la zona de Punta Diamante, construida sobre terrenos propensos a las inundaciones.

John; el más reciente

A finales de septiembre de 2024, el huracán John trajo consigo lluvias intensas que afectaron a 70 municipios en Guerrero, dañando carreteras y dejando comunidades incomunicadas. La entrada de Acapulco volvió a sufrir severas inundaciones, agravando una situación que se ha repetido con cada tormenta.

El gobierno ha anunciado una inversión superior a los 40 mil millones de pesos para atender a los afectados y restaurar la infraestructura pública, pero persisten los problemas en áreas vulnerables y zonas mal planificadas, como Punta Diamante y las cercanías de la laguna de Tres Palos, donde la urbanización sobre humedales ha resultado en daños recurrentes.

A lo largo de los años, los acapulqueños han demostrado una resiliencia admirable frente a los desastres naturales. Sin embargo, la reiterada vulnerabilidad del puerto y la falta de planificación adecuada en zonas de riesgo plantean desafíos significativos para el futuro. La experiencia de estos huracanes ha dejado lecciones importantes para mejorar la preparación y la respuesta ante futuras catástrofes.