- Luis Walton, alcalde de Acapulco, entregó en tiempo y forma la documentación a las autoridades federales y estatales quienes no hicieron nada.
Por Juan José Belmonte Torres
Acapulco, Gro., 09 de octubre de 2024.- Días después de la tragedia de Ingrid y Manuel que dejo más de 30 muertos y miles de damnificados en septiembre de 2013, autoridades federales y estatales acordaron deslindar responsabilidades sobre los responsables de construir casas en zonas inundanbles de Acapulco.
Nunca hicieron nada.
Manuel e Ingrid como tormentas afectaron Guerrero desde el 15 de septiembre, cuando el gobernador Ángel Aguirre Rivero desde su cuenta de Twitter anuncio la susensión de la Ceremonia de Grito de Independencia e informo que el Ejército aplicaba el Plan DN-IIIE.
Lo mismo sucedió en Acapulco en donde desde el 14 de septiembre ya en medio de una fuerte tormenta, el alcalde Luis Walton Aburto rindió su informe de labores y suspendió los festejos patrios.
La Segob declaró en desastre los 81 municipios del país afectándo a más de 10 mil viviendas en todo Guerrero y dejándooslas a 40 mil turistas varados en Acapulco debido a que el aeropuerto fue cerrado y cerca del 100% de las carreteras de Guerrero estaban dañadas.
Las inundaciones causadas por Manuel fueron muy similares a las originadas por el huracán John con la diferencia de que en Manuel varios helicópteros apoyaron en las labores de rescate de personas atrapadas y con John el rescate se limitó a lanchas, aunado a que el número de damnificados fue menor, ya que agua descendió rápidamente.
No pasó ni un mes cuando se informó que el Gobierno federal en ese entonces presidido por Enrique Peña Nieto y el gobierno estatal de Ángel Aguirre Rivero investigarían el otorgamiento de permisos de construcción sin sustento legal en las zonas con inundaciones en Guerrero.
Durante una reunión de evaluación que realizó en su sexta visita a esta entidad, el 30 de septiembre , Peña Nieto demandó conocer en qué zonas se construyó “sin sustento legal”.
“Se edificaron construcciones que impidieron que drenara adecuadamente el agua que se acumula por los ríos en esta región”, señaló el último Presidente de la era priista.
En dicha reunión abundó que es evidente que hay conjuntos habitacionales en terrenos que corresponden a la laguna y permanecen ahí desde hace varios años.
No se equivocaba. Los primeros asentamientos se construyeron contradictoriamente después del paso del huracán Paulina y desde entonces a la fecha varios alcaldes de distinta filiación política autorizaron licencias de construcción.
A la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el mismo presidente giró instrucciones para elaborar un proyecto técnico para recuperar el balance hidráulico en la zona.
En la misma reunión el entonces director de la Conagua, David Korenfeld, confirmó que las zonas en donde se registró la mayor inundación fueron las que sufrieron cambios y se desaparecieron ríos, como en la laguna de Tixtla y en la Colosio de Acapulco.
El gobernador Ángel Aguirre Rivero fue quien pidió al Presidente Peña iniciar una investigación para castigar a los funcionarios y a las constructoras que otorgaron estos permisos y cambiaron usos de suelo para edificar conjuntos habitacionales en la zona.
Pasó un año de reconstrucción en Acapulco, tiempo en el cual el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto entregó las licencias de construcción y los planos de la zona Diamante solicitados por la Federación.
Valdría destacar que en aquella época mientras Acapulco carecía de agua, Walton Aburto condonó el cobro a los habitantes de Acapulco por cuatro meses. En la actualidad, nada.
Pero bueno, un año después sucedió la tragedia de a los 43 de Ayotzinapa, Aguirre Rivero dejó la gubernatura y tanto en estado como la federación se olvidaron del castigo a los culpables de Ingrid y Manuel.