¿Cómo saber si están espiando mi WhatsApp?
Pese a que WhatsApp cuenta con diversos filtros de seguridad aún puede estar vulnerable a algunos ataques
Ciudad de México, 15 de marzo del 2024.- Si de mensajería instantánea se trata, WhatsApp se ubica como una de las aplicaciones favoritas a nivel internacional ya que te permite conversar con cualquier persona sin importar el lugar en donde esté, ya que solo se necesita tener acceso a internet y un dispositivo móvil para aprovechar sus servicios.
Debido a la cantidad de personas que utilizan la app, Meta enfocó muchos de sus esfuerzos en la protección de mensajes, no obstante no está completamente blindada contra ataques de espionaje, por lo que aquí te tenemos algunas señales sobre las que tienes que estar alerta.
¿Cómo saber si espían mi WhatsApp?
Existen ciertos indicios que pueden resultar signos de alerta sobre un posible espionaje en WhatsApp.
Por ejemplo, uno de los síntomas más evidentes es cuando los mensajes aparecen leídos o editados sin que reconozcas aquella intervención. Encontrarte con conversaciones o contactos desconocidos, así como reacciones que no reconoces si las hiciste, podría tratarse de otra señal.
En ese sentido, la protección de tu cuenta no sólo depende de las medidas técnicas de WhatsApp, sino también de las precauciones personales.
De partida, una buena práctica es revisar siempre la sección “Dispositivos vinculados”, ya que así podrás ver si tu cuenta se ha abierto en otros dispositivos y cerrar sesiones activas que te parezcan sospechosas.
Asimismo, es importante que nunca compartas códigos de verificación con terceros, que utilices contraseñas altas en seguridad y distintas para cada servicio – aunque pueda costar recordarlas todas – y activar la verificación en dos pasos para añadir una capa extra de seguridad a tu cuenta.
Si bien la app comandada por Mark Zuckerberg constantemente está lanzando mejoras y refuerzos de seguridad, existen diferentes métodos mediante los cuales los espías pueden intentar acceder a tus datos.
Otras formas son el acceso físico al dispositivo o el escaneo del código QR para WhatsApp Web. Pero la más común resulta ser la instalación – sin tu permiso – de cualquier tipo de malware que registre la actividad del teclado, así que mucho cuidado con las redes en las que te conectas.