Bajo Fuego – La Dama y el Presiente
Aunque hay todavía muchas carencias en la atención de los graves y ancestrales problemas de Guerrero, en los dos años que ya lleva en el cargo Evelyn ha priorizado un enfoque humanista
José Antonio Rivera Rosales
Con el arribo de Claudia Sheinbaum a la candidatura morenista para la presidencia de la república, los escenarios que pintan para Guerrero son en definitiva muy prometedores. Esperemos que la realidad no nos desmienta.
La elección de la doctora Sheinbaum, el informe presidencial en Campeche y la reciente visita a Guerrero del presidente López Obrador son los tres acontecimientos de mayor perspectiva para el futuro de los guerrerenses, todo ello en función de la gestión de la gobernadora Evelyn Salgado, que actúa como un enlace multimodal.
Vista en retrospectiva, la reciente visita a Guerrero del presidente Andrés Manuel López Obrador se significó como un acto enteramente político de apoyo a la mandataria local, a la que en todo momento refrendó un respaldo absoluto.
En el lenguaje coloquial que lo caracteriza, durante los primeros momentos de su visita López Obrador expresó públicamente: “Evelyn es una muy buena gobernadora, se rayaron”.
Visto de esta manera, fue un apoyo irrestricto, puro y duro, que se manifestó a lo largo de los tres días de su gira por Guerrero.
Pero más significativo quizá fue el lenguaje corporal del gobernante. Durante esos días a López Obrador se le miró con un rostro relajado y fresco, con una sonrisa a flor de piel y con movimientos descansados. Fue claro que su visita fue para darle respaldo político a la gobernadora guerrerense, más que otra cosa.
Igual ocurrió durante su informe de gobierno, en Campeche, donde se mostró afable y hasta divertido, en cuyo contexto le dio un trato cálido a la guerrerense pese a estar rodeado de gobernadores de todo el país.
Ni duda cabe que Evelyn Salgado se ha ganado la cordialidad y el respeto del gobierno federal debido a su dedicación para resolver los multiples problemas de Guerrero, especialmente los que se refieren a la demanda social en temas de atención a la salud, la seguridad personal de mujeres y niñas, y la conectividad entre los pueblos originarios.
Queda pendiente un combate más efectivo a la inseguridad, donde aún se manifiestan fallas graves que derivan de la precariedad oficial en la prevención del delito -tarea que compete a los municipios, especialmente en los casos de Chilpancingo y Acapulco.
Aunque hay todavía muchas carencias en la atención de los graves y ancestrales problemas de Guerrero, en los dos años que ya lleva en el cargo Evelyn ha priorizado un enfoque humanista como no había ocurrido en administraciones anteriores, en las que primó una conducta oficial de soliloquio del gobernador en turno, distante de la comunidad guerrerense, a la que se mantuvo siempre alejada con vallas y guaruras.
El gobernante en turno con frecuencia atendía a los sectores más pudientes de la sociedad guerrerense -con el pretexto de la generación de empleos-, lo que los distanciaba de las comunidades pobres que son una irrefutable mayoría de guerrerenses -hay más de seis mil comunidades dispersas por todo el estado de Guerrero, lo que en definitiva obstaculiza la atención oficial, cuando la hay-.
Con Evelyn esa arrogancia oficial del pasado está en vías de erradicación desde el momento en que la joven gobernante se ha enfocado, a partir de que asumió su mandato, en atender precisamemnte a los sectores más marginados de la poblacion de Guerrero, especialmente los pueblos originarios y, por encima de todo, a las mujeres y las niñas en condiciones de indefensión.
En ocasión de la visita del mandatario nacional, fue posible conocer algunas cifras de lo logrado por la gobernadora en estos dos años de gestión: se aplican en Guerrero 36 programas federales y 55 subprogramas que han beneficiado a un millón cien mil guerrerenses -es decir, a la tercera parte de la población total, que asciende a 3.5 millones de personas-.
Conforme a estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Politica de Desarrollo Social (CONEVAL), que ha monitoreado el impacto de las políticas públicas del gobierno morenista, esas acciones gubernamentales han permitido rescatar de la pobreza a cerca de 190 mil guerrerenses, lo que no habia ocurrido en el pasado reciente.
Esos avances, que antes se otorgaban a cuentagotas -particularmente en las zonas abruptas-, han permitido logros significativos gracias a la inversión en programas sociales, caminos artesanales -donde se utiliza la mano de obra local-, infraestructura médica y atención hospitalaria como nunca antes se había hecho.
Mención aparte merece la atención adicional a la salud pública que ha comenzado a ofrecer el programa IMSS-Bienestar, que en Guerrero abarcará a 42 hospitales y 983 centros de salud, lo que aumentará la cobertura universal de salud en beneficio de un universo de población abierta que antes carecía de ese servicio.
La visita presidencial constituyó el marco perfecto para la firma del Convenio IMSS-Bienestar con el gobierno de Guerrero, donde según información oficial ya se han invertido un mil 250 millones de pesos en la adquisición de 16 mil 720 equipos médicos como tomógrafos, rayos X, resonancias magnéticas y angiógrafos, tecnología médica de primera generación que se destinará a la atención de decenas de miles de guerrerenses pobres. Sin contar con la construcción del nuevo hospital de Tlapa y del hospital de tercer nivel que se construirá en Acapulco. Ambos nosocomios estarán terminados para el año que viene.
En entregas anteriores hemos señalado los graves problemas de seguridad que enfrenta la poblacion guerrerense, pero también es muy propio dar a conocer buenas noticias en materia de atención a la demanda social, especialmente para las familias pobres.
La atención a la salud y a las condiciones de vida de las mujeres guerrerenses, en el marco del plan de una vida libre de violencia, comenzó a mostrar sus primeros avances. Esperemos que los próximos años de su gestión la gobernadora Evelyn Salgado obtenga logros firmes en beneficio de las mujeres guerrerenses.
Es por eso que la gran esperanza reside en el probable triunfo de Claudia Sheinbaum, con la que la mandataria local mantiene una relación inmejorable de amistad.
Esperemos que esos lazos fructifiquen en beneficio de los 3.5 millones de guerrerenses, pobres en su inmensa mayoría. Es un pendiente histórico. Esperemos que Evelyn lo logre.