Por Jacko Badillo

El camino para alcanzar la paz y la tranquilidad en Guerrero es sin duda largo, muy sinuoso y escabroso.

Pensar que es algo que puede lograrse de la noche a la mañana sería tanto como engañarse uno mismo.

Sin embargo, lo que nos debe dar aliento y esperanza es que en este Gobierno de la Cuarta Transformación se están dando los primeros pasos, y lo más importante, son pasos precisos y firmes.

Los hechos ocurridos en Tierra Caliente y la forma en que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda logró desactivar un conflicto que amenazaba con tomar dimensiones insospechadas, son la mejor muestra de que se camina en la ruta correcta.

Solamente mediante el diálogo, el respeto a la ley y con una profunda convicción de la justicia social, es como se podrá ir avanzando en esa y en las otras siete regiones de la entidad.

En Tierra Caliente, de ahora en adelante sus autoridades municipales, representantes populares y sociedad en general, saben que no están solos, que cuentan con el respaldo de su amiga la gobernadora y de los otros dos poderes del Estado, después de permanecer por muchos años en el olvido por gobiernos anteriores, a merced de los grupos que al margen de la ley se habían apoderado de ese territorio y los tenían sometidos.

Hoy la ruta ya está trazada y los primeros pasos van con firmeza y decisión. Falta mucho, cierto, pero a diferencia de antes, ahora sí se nota que vamos avanzando para alcanzar ese orden y paz prometidos que nunca llegaron. Mientras tanto… ¡Jálalo que es Pargo!