La designación de militares como secretarios de seguridad pública en diversos estados del país no ha logrado reducir la violencia, según un informe de México Evalúa titulado “La otra militarización: Fuerzas Armadas al frente de instituciones estatales de seguridad pública en México, 2011-2024“.

El estudio revela que los estados con secretarios de seguridad provenientes de las Fuerzas Armadas presentan, en promedio, tasas de homicidios más altas que aquellos con secretarios civiles. Los estados con militares al frente de la seguridad registran 80 homicidios por cada 100 mil habitantes, en contraste con 34 en los estados con mandos civiles.

Guerrero es uno de los estados con mayor presencia militar en la secretaría de seguridad pública, con seis de los 12 secretarios desde 2011 provenientes de las Fuerzas Armadas. Esta alta rotación de titulares, un promedio de uno por año, contrasta con la media nacional de un secretario cada dos años.

El documento, publicado el 22 de julio, puede consultarse en la página de México Evalúa. La organización examina la evolución de los perfiles de los titulares en las secretarías de seguridad pública entre 2011 y 2024 y su impacto en la violencia.

Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se han ampliado las labores civiles asignadas a militares. Datos del Inegi y Conapo, así como solicitudes de información y fuentes hemerográficas, indican que en 2022, la tasa de homicidios en estados con secretarios militares fue de 80 por cada 100 mil habitantes, frente a 34 en los estados con secretarios civiles.

+A pesar de los esfuerzos, los descensos en homicidios en estados con secretarios militares no son significativamente mayores que en aquellos con mandos civiles. En 2015, la tasa fue de 34 en estados con secretarios militares y 30 en los estados con mandos civiles.

México Evalúa destaca la renuencia de los gobiernos estatales para fortalecer sus policías, prefiriendo delegar la seguridad a fuerzas federales. La militarización incluye la adopción de tácticas, equipo y organización militar en las policías, lo que aleja a los policías de la comunidad y prioriza la lucha contra el enemigo.

El estudio señala que desde hace tres décadas se ha acelerado la implementación de políticas militaristas en México, y bajo el gobierno de López Obrador, el papel de las Fuerzas Armadas en la política interior se ha expandido significativamente, abarcando nuevas funciones como el combate al robo de combustible y de obra pública.